El Midget se prepara con todo para la gran fiesta del Encuentro Nacional
El Rifi vuelve al ruedo luego de un año de parate. Él mismo nos cuenta sus objetivos en esta nueva etapa.
“Fue difícil estar lejos , porque si bien disfrutaba de muchas cosas que antes no podía, llegó noviembre y empecé a sentir el cosquilleo”.
Simplemente, un pequeño intervalo; elemental para recobrar energías y gozar del tesoro más presiado en la vida de todo ser humano: los seres queridos.
El propio Julio César Monteros lo definió como “año sábatico”. En ese lapso de tiempo que se alejó de las pistas, el Rifi vivió con intensidad y alegría cada momento, llegando, incluso, a probar suerte en otras disciplinas (ver más adelante).
En contra partida, el excampeón tuvo que pagar el precio de relegar uno de sus más grandes pasiones: el Midget, categoría que, aún inactivo, lo acompañó y gratificó día a día.
Como sucede en la mayoría de los casos, de acuerdo a aquel catálogo de “pasión inexplicable” aplicado a la actividad desde hace años, el regreso no tardó en llegar. Julio Monteros volverá a lucir a un buzo antiflama y a calzarse el caso.
“Estamos ilusionados con la vuelta y con poder divertirnos en el Campeonato Nacional. Ya terminó el año sabático y el descanso junto a la familia fuera del Midget. Es hora de volver a uno de los amores más grandes que uno tiene en la vida”, declaró.
“El año nos vino bien, porque aprovechamos a hacer cosas con la familia que uno siempre tiene que relegar y también para poder dedicarme más de lleno a las cues- tiones laborales. Pude viajar mucho con mi hijo, participando del Nacional de BMX (ver abajo), irnos de vacaciones y demás vivencias”, agregó.
—¿Qué tanto costó verlo desde afuera?
—Fue difícil porque si bien disfrutaba de muchas cosas que antes no podía, cuando llegó noviembre me empezó a agarrar el cosquilleo previo que sentimos los pilotos antes del campeonato. Tenía todas las ganas de correr, pero hay un reglamento y no lo respeté por no haber corrido el invernal. Las fechas que fui a la tribuna la gente se acercó y me pidió que vuelva, eso me hizo sentir muy bien y me incentivó a regresar.
—¿Qué te pareció lo que viste?
—Vi autos muy rápidos y una pista muy traccionadora. Cuando había mucho piso salieron excelentes espectáculos. Se notó mucho la diferencia de piso con años anteriores y eso es lo lindo del Midget, poder correr acelerando a fondo y traccionando.
"Hay una camada de chicos nuevos que aceleran un montón y autos excelentemente preparados. Después de un año de parate, va a costar volver a entrar en ritmo. Las ganas no se fueron, así que trataremos de dejar todo", agregó al respecto.
—¿Te diste algunas vueltas en algún momento?
—De la última fecha que corrí (NdR: última del estival 2016/17) nunca más me subí. Recién lo pusimos en marcha otra vez el lunes, para ver en qué estado estaba todo. Las dos pruebas que hicimos fueron para dejar todo en condiciones y aceitar muñecas.
"La idea es disfrutar más de todo. El tema es que cuando uno se pone el casco y sale a pista quiere correr y ganar. Me gustaría volver a los primeros años y disfrutar de todo, sin importar el resultado", reconoció. La vivencia del BMX
"Con mi hijo Valentín fuimos a Mendoza a competir en el Nacional de BMX y nos fue muy bien. Valen es subcampeón nacional y este año lo pasaron a una mejor categoría. Yo competí en mayores de 40 y salí segundo. Hay muchos pilotos de todo el país, y conseguimos un gran resultado. Fue una hermosa experiencia", cerró el Rifi.