Bahía Basket perdió con Obras en el primer partido de la serie de playoffs
Bahía Basket perdió a Fjellerup en el inicio, disimuló el impacto y mantuvo en vilo a Obras, que finalmente ganó 89-80 el juego 1 de octavos. El análisis del técnico Sebastián Ginóbili.
Apesar de la adversidad de perder a su jugador franquicia a 1m12s de iniciado el partido (ver aparte), Bahía Basket mantuvo su semblante. En adelante fue competitivo ante Obras Sanitarias y entró a los 3 minutos finales con posibilidades. Pero falló en el cierre y el equipo tachero se quedó con el primer partido (89-80), correspondiente a los octa- vos de final de la Liga Nacional.
“Me gustó la unión, la entereza… Pudimos superar una situación grave como la lesión de Maxi en el inicio del juego. Pero jugamos siempre y estuvimos juntos y unidos como hacía tiempo no lo notábamos que estábamos”, afirmó Sebastián Ginóbili.
La visita sobrellevó la baja de Fjellerup y no se despegó del plan de proponer intensidad en ambos vidrios, con inconsistencias al igual que su rival, pero con la energía y vías de gol suficientes como para mantenerse en juego y, por ejemplo, pasar al frente 71-70 con doble de Jamaal Le- vy a 8m16s del final.
Pero en adelante, algunos intentos errados de 3 le permitieron a Obras alejarse con Kemp como jugador desequilibrante (anotó 11 en el 1C y 7 en el último), aunque un buen pasaje de Parodi (23 en triples) arrimó al bahiense 79-76 a 4m55s. del final.
“Para ganar una serie con desventaja de localía tenemos que reducir la cantidad de errores. Nos tomaron muchos rebotes ofensivos, perdimos muchas pelotas. El partido lo ganaron ellos en los detalles, no con el juego en sí”, agregó el técnico de Bahía, en referencia a las 18 pérdidas (promedió 13,1 en fase regular) y 13 rebotes que le tomó Obras en su tablero.
El equipo rockero también apeló a sus múltiples vías de gol para terminar de decidir el encuentro, al sacar 11 a 1m50 en un pico logrado con doble de Kemp.
Para Bahía significó el principio de un final que dejó bastante conforme a su DT.
“Me gustó la intensidad, la forma en que jugamos y enfrentamos un playoff. Se supone que tiene que ser así, pero uno nunca sabe porque a veces uno da por entendidas algunas cosas. Esto es largo, tenemos que entender que esto sigue, aprender de los errores cometidos y ser un equipo mucho más con- sistente y sólido”, evaluó Sepo.
La baja de Máximo Fjellerup, también mereció la opinión del entrenador.
“Respecto de Maxi tendremos un diagnóstico más preciso mañana (por hoy). Veremos cómo evoluciona. Ojalá lo podamos contar para Bahía Blanca. Pero tampoco quiero pensar en eso. Que esté bien, se recupere”, comentó.
Este episodio marcó una jornada de contrastes para la franquicia bahiense, porque anoche se produjo el regreso de Anthony Johnson tal cual él se lo había propuesto: en 5 meses y 5 días.
Jugó 9m34s, hizo 2 puntos (1-6 en tiros de cancha), bajó 2 rebotes y dio 3 asistencias.
“Estaba para jugar, pero está muy falto de básquet. Hace seis meses que no juega y no es un jugador muy dúctil con la mano. Le costó. Y cuando empieza a preocuparse por el rival, a pelearse y enredarse, nos saca bastante de juego a nosotros. Por eso no volvió en el segundo tiempo. Pero en esos minutos entregó todo lo que tenía. Hay que llevarlo de a poco”, concluyó el DT.
Mañana, el segundo capítulo de la serie al mejor de cinco, continuando el viernes, en el Casanova.
“Tenemos que entender que esto sigue, aprender de los errores cometidos y ser un equipo mucho más consistente y sólido”, dijo Sepo.