Alguien pagará los platos rotos
La mayoría de la sociedad creyó en Cambiemos pero hoy está desilusionada porque nada de lo prometido se está cumpliendo y ya no tienen a quién culpar”, indican en el otoñal paisaje legislativo.
Frente a un contexto económico y social nada sencillo, la Gobernación bonaerense apenas sobrevoló el escenario de preocupación y prudencia. Esta vez, los habituales portavoces ministeriales y espadas legislativas se llamaron a silencio.
Básicamente, porque entienden que el frente de tormenta tiene como destinatario al presidente Mauricio Macri y su política de ajuste económico, más el dólar descontrolado, el aumento desproporcionado de las tarifas de servicios públicos y la inflación.
Obviamente, los problemas no empezaron con el PRO, y sus aliados radicales y “lilitos” de la Coalición Civica. Pero continuar trasladando culpas al pasado reciente K para justificar la política inflacionaria que tiene el Gobierno nacional puede transformarse en un “boomerang”.
Según el ministro, Hernán Lacunza, tras las rebajas impositivas, se reducirá la recaudación en $ 3 mil millones.
Por compromiso de “agenda”, la Gobernadora salió a recorrer municipios y buscó demostrar la eficacia de las obras hidráulicas que realiza su gestión para evitar inundaciones. Nuestro objetivo en este mandato es reducir en un 25% esa gran deuda social de infraestructura que tiene la Provincia, afirmó Vidal hace muy poco.
Fue durante los “días calientes” de la semana pasada. Justamente cuando para frenar la corrida cambiaria el equipo económico de la Casa Rosada anunciaba una reducción en la meta de déficit fiscal para este año, empezando por un recorte millonario de la obra pública.
Precisamente ese “ajuste” genera más dudas que certezas en La Plata ¿puede desacelerar la ejecución de aquellas obras públicas proyectadas con fondos nacionales sobre el mapa bonaerense?, la duda se instaló como interrogante.
Capeando el temporal
Vidal, la dirigente política de Cambiemos con mayor índice de imagen positiva -aunque en caída – minimiza las criticas por el “sinceramiento tarifario energético”. Entiende que es un camino difícil. Pero también le imputa a la oposición legislativa hacer “demagogia” con “alternativas y propuestas” como la declaración de emergencia tarifaria que no tiene ningún impacto real para la gente.
El massismo no se queda de brazos cruzados y chicanea a la mandamás de Cambiemos. “que tenga en cuenta que mientras no haya crecimiento en el país este “tarifazo” va a seguir perjudicando a los que menos tienen y que hoy tienen que elegir comer o pagar los servicios”.
“En Cambiemos queremos bajar las tarifas y la oposición no nos deja”, se quejó el diputado “amarillo” Marcelo Daletto, durante otro áspero debate en la Legislatura bonaerense. El oficialismo entiende que hay que pasar el otoño hasta la llegada del mundial de fútbol de Rusia. Y después, con “optimismo”, transitar el segundo semestre del año.
Según el ministro de Economía, Hernán Lacunza, a partir de estas rebajas impositivas, “se va a reducir la recaudación en 3 mil millones de pesos, un monto importante pero que vale la pena resignar para relajar un poco el bolsillo de los contribuyentes”. Los senadores de Cambiemos buscaran apretar el acelerador con el proyecto de ley para eliminar la totalidad de los impuestos bonaerenses a las facturas de luz y gas.
Disgusto de Patricia
En medio de todo tipo de controversias, el jefe de la Polícia Bonaerense, Fabián Perroni, cometió un “sincericidio”. Sin filtro de ningún tipo, admitió que existe un “problema social” ligado al “apremio económico”, con lo que justificó una mayor existencia de robos en la Provincia.
La ministra “macrista” de Seguridad, Patricia Bullrich, no ocultó su disgusto con el jefe policial, calificando de “poco feliz” la declaración.
En las diagonales le atribuyeron al uniformado poca gimnasia mediática. La frase movió el avispero político e incomodó al “equipo” de Vidal. Fueron días que dejaron cicatrices.
“Lo que describe el propio Jefe de Policía – cuya fuerza está en cada barrio del Conurbano – evidentemente son las consecuencias de este modelo que empobrece a los bonaerenses y que impacta inclusive en los índices del delito”, disparó la senadora kirchnerista, María Teresa García, por redes sociales. Innecesario aprovechamiento político.
“Los mismos que ahora se expresan preocupados por lo que hay que pagar, nunca antes dijeron nada cuando fueron gobierno", contraatacaron desde el radicalismo en medio del temporal económico.