La Asociación Argentina de Tenis empieza por los chicos
Otra era se abre en la AAT tras la victoria, días atrás, de Agustín Calleri en las elecciones. Luis Tonin, presidente de la Federación Bahiense, estuvo presente. La preocupación por los menores.
Florida y Witcomb. Las canchas de tenis de Sociedad Sportiva concurridas. Autos por doquier, niños y padres en cada rincón del complejo deportivo y un fuerte sonido de la pelota picando.
En ese entorno, durante el fin de semana, la familia de la Federación Bahiense de Tenis acobijó el primer Encuentro Formativo 2018, cita destinada a los más jóvenes de la ciudad y región.
Mientras tanto, a más de 650 kilómetros de distancia, en el Conurbano Bonaerense, la Asociación Argentina de Tenis cambió de página para darle espacio a la nueva comisión encabezada por Agustín Calleri, quien triunfó el pasado jueves en las elecciones celebradas en las entrañas del glamoroso Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA).
La Federación Bahiense de Tenis, mediante su presidente Luis Tonin, fue parte de este acontecimiento histórico: “Realmente somos protagonistas de esto, complementando la fuerte presencia del interior del país”, dijo Tonin.
Horas después de ser electo, Calleri enumeró los puntos clave de su gestión: el tenis menor y el social, pilares para fomentar la presencia de jugadores en los clubes de Argentina.
entienden la problemática del interior y son conscientes que el país es extenso, aspecto que hace todo más difícil. Sería positivo poder mantener los convenios con firmas importantes, y realizar nuevos, para abaratar costos y financiar viajes”, comentó Tonin.
Pero, ¿cómo es el panorama en el ámbito local? Los siete certámenes amateurs que se realizan anualmente (de promedio), más las (casi 50) canchas de uso activo que existen, otorgan herramientas para que el tenis social se mantenga.
¿Y los Menores? Un cierto panorama se observó entre el sábado y ayer en Sportiva, que recibió a alrededor de 150 jóvenes de Bahía, Cnel. Dorrego, Punta Alta, Cnel. Pringles y Cnel. Suárez (ver resultados en la web de “La Nueva.”);
o también a principios de abril, cuando se realizó el primer Torneo Na“Ellos cional Sub 10.
“Creo que tenemos muchos jugadores. A ver, en el marco de la Federación hay no menos de 200 jovencitos. La Copa Big Six (Encuentro Formativo) o la Copa Pella reúnen 120 o 150 chicos. Es un buen número. Pero no los podemos contener o darle el desarrollo que ellos necesitan por los costos que todo eso requiere”, confesó el presidente.
Es de público conocimiento, casi como una cultura his- tórica, que las familias de cada jugador son las que deben financiar la formación de los niños.
Y una medida de la AAT para este 2018, que parecía ayudar, fue que todos los chicos viajen en delegaciones. ¿Fue beneficioso?
“Además de viajar, los chicos deben alojarse todos juntos. Sin embargo, económicamente resulta más caro que viajar de forma individual”, aseguró Oscar Volponi, padre de Valeria, actualmente una de las tenistas menores más destacadas del país en sub 19.
No sólo eso, los jugadores tienen que quedarse todo el torneo (desde el día uno al último). Si bien eso fomenta el compañerismo, para las familias el costo se eleva.
“Desde Bahía Blanca para abajo, todo el sur, lo sufre. Hay chicas de Trelew, por ejemplo, que han dejado de jugar porque las distancias son muy largas. Y esto se acentúa en mujeres, a las que alguien debe acompañar”, reflexionó Volponi.
“Económicamente se torna muy difícil, más en el caso de Valeria quien está terminando la escuela y, con este sistema, tiene que faltar 5 días”, añadió.
Cantidad por un lado, costos económicos y apoyos privados irregulares por el otro. En ese panorama, una nueva era en el tenis argentino comienza.