“Tenemos equipo como para estar un poco más arriba”
Nicolás Leguizamón fue determinante en la victoria de La Falda sobre Los Andes, por 66 a 64, en La Caldera.
“La realidad es que hace rato que hablábamos en la semana que había que empezar a ganar los partidos importantes. Creemos que con los que estaban arriba, uno de ellos Los Andes, los partidos se nos escaparon a nosotros, no nos ganaron fácilmente".
La frase corresponde a Nicolás Leguizamón, una de las figuras que tuvo La Falda para vencer a Los Andes (solo había caído con Argentino) por 66 a 64, en el cotejo sobresaliente de la 13ª fecha de Segunda, y empezar a escaparle a los últimos puestos de la tabla.
"Hoy (por ayer) pudimos hacernos fuerte en casa que era muy importante, ganarle a un gran equipo y empezar a sumar, que estamos muy abajo para nosotros. Tenemos equipo como para estar un poco más arriba y tenemos que empezar a ganar partidos", añadió.
La noche comenzó muy favorable al dueño de casa: parcial de 11-0 para escapar 18-4 en apenas 4m30.
Aunque a medida que creció el trabajo de Agalupe en la pintura y Sacomani enderezó la mira, la visita salió del letargo, alcanzando a pasar al frente de manera momentánea en el 3C: 32-34 a 2m33 del descanso largo.
"De afuera se vio (un partido) feo, muy charlado. Estábamos todos con las pulsaciones muy arriba. Hablé con los árbitros y ellos también me decían que el partido se veía raro. Nos notaban extraños a nosotros por cómo estábamos jugando y que nos teníamos que calmar. Nosotros encontramos la calma en las últimas jugadas, pudimos cerrar el partido y dejar un equipo que tiene un promedio de gol muy alto en 64 puntos fue un mérito de la defensa", añadió Leguizamón.
Con muchas mañas, show de faltas técnicas y discusiones, el juego se fue apagando hasta que "Legui" puso al frente a los suyos 66-63 a 1m16 con su tercer triple en fila (totalizó 4-9).
Los errores se sucedieorn en ambos costados hasta que Los Andes repuso con 21s.
El primer intento (bandeja de Ríos) fue tapado por Leguizamón; luego, Coronel y Sacomani fallaron a distancia.
Recién ahí, sobre el sonido de la chicharra final, La Falda respiró y empezó a festejar.