Lorena Francani: “No saber a lo que me enfrento me hace bien”
La atleta bahiense corrió por primera vez oficialmente 85 kilómetros, en el marco del Campeonato Mundial de Ultra Trail. “No me da miedo aumentar el kilometraje”, confesó.
sa a la ignorancia como argumento para justificar su sacrificio, y a la pasión por correr y correr como método para quitarse el miedo de sumar kilómetros recorridos en competencia.
Luciendo su número 3.111 por lo alto de Castellón (España), la bahiense Lorena Francani extendió su límite, su “kilometraje personal”, tras terminar 180ª en la clasificación general del Campeonato Mundial de Ultra Trail (58ª entre las damas, de 300 participantes), que se desarrolló en la antevíspera en España, sobre una distancia de 85,3 kilómetros (inédita para ella).
“Estoy contenta porque nunca había corrido 85 km. y lo pude hacer en un Mundial. Teniendo en cuenta ese debut en la distancia, que no sabía con qué me enfrentaba, me fue relativamente muy bien”, expresó Francani, quien registró un tiempo de 12 horas, 28 minutos y 53 segundos.
Su frenesí por correr apareció en 2014. Desde allí, no se detuvo...
“Arranqué hace poco y fui sumando kilómetros. No me da miedo aumentar el kilometraje. Es medio alocado, pero la ignorancia de no saber a lo que me enfrento me hace bien. Obviamente, siempre planificándolo con Sebastián Bicciconti (su entrenador)”, contó la bahiense.
El desafiar a lo desconocido la llevó a esta cita mundialista para cumplir una nueva meta.
U“Llegué entera, anduve muy bien durante toda la carrera, pero tuve una sensación de calor y deshidratación. Fue un día con alta temperatura y humedad. En carrera tuve que tomar seis litros de agua, más sales hidratantes, porque el calor era demasiado. Y se corrió en el medio del bosque, así que había mucha humedad. Era todo por montaña y las subidas fueron muy duras”, repasó.
Esas condiciones climáticas se sumaron a las naturales exigencias del trazado que se utiliza para desarrollar el Penyagolosa Trail, una de las carreras más duras del mundo: tiene 4.900 metros de desnivel positivo y de 3.690 metros negativo.
Argentina estuvo representada por otros 10 atletas. Los ganadores fueron Luis Alberto Hernando (España) y Ragna Debats (Holanda).
No obstante, ese rigor no opacó la satisfacción de estar en un Mundial, complementada por una disfrutable vista.
“Había montañas divinas, se podían ver grandes paisajes desde Peñagolosa, la montaña más alta de Castellón. En un momento había tantos pinos que me parecía estar en los Alpes suizos. Y después, en cada abastecimiento se entraba a un pueblo antiguo, en donde la gente alentaba, aplaudía. Fue hermoso”, recordó Francani, quien se desenvolvió a una velocidad promedio de 7,06 km. por hora, demostrando un gran sprint sobre el cierre.
“Llegué con resto al último tramo, que además era bajada. Muchos se comen las piernas antes con tantas subidas y es verdad que casi no te queda nafta para lo último. Pero bueno, en mi caso, después de 11 horas, me quedó energía para hacer eso”, comentó.
La misma energía que mantendrá para enfrentarse a lo desconocido.