Sumaron tres equipos de última generación
Están destinados al Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Naval Puerto Belgrano.
Un impedanciómetro de alta frecuencia, un otoemisor acústico y un audiómetro de dos canales clínico, destinados al Servicio de Otorrinolaringología, fueron las recientes incorporaciones en materia de equipos realizadas por el Hospital Naval Puerto Belgrano.
Se trata de equipamiento de última generación que se encuentra en funcionamiento en el Pabellón VII.
El capitán de navío médico Eduardo Toscani, director general del nosocomio naval, dijo que se trata de un doble beneficio. Por un lado, a nivel profesional, por la oportunidad de contar con este tipo de tecnología en el trabajo diario, y por otro, en lo que representa para la atención del afiliado.
En tal sentido, indicó que la nueva aparatología mejora el servicio porque es mucho más ágil para los profesionales.
Además, el facultativo destacó que uno de ellos es portátil, permitiendo hacerse el estudio a los pacientes recién nacidos que no pueden trasladarse hasta el consultorio.
En tanto la doctora en Fonoaudiología, Fabiana Manessi, remarcó la importancia de este nuevo equipamiento para brindar un mejor servicio.
"El personal que utiliza estos nuevos equipos se adapta a su uso, ya que realizan los mismos pasos y son muy similares al anterior, pero con la diferencia de que poseen alta velocidad y alta precisión", explicó.
El impedanciómetro de alta frecuencia es un sistema muy novedoso para los bebés. Este equipo evalúa la presión del oído medio en niños y en adultos.
"En los niños es importante porque tiene alta frecuencia ya que la formación anatómica de los prematuros y hasta el sexto mes de vida es diferente a la de un adulto. Por ende, este equipo nos permite evaluar la medición real del bebé aunque tenga el tímpano más chico”, explicó la doctora Manessi.
“Estos instrumentos significan un avance más que importante para el servicio del Hospital y no existen muchos en nuestro país”, dijo la doctora Manessi.
Otras de las funciones es realizar pruebas a tímpano abierto, es decir, cuando el paciente presenta, por ejemplo, politraumatismos, permitiendo la medición de la permeabilidad tubaria aunque el tímpano esté dañado.
"La sonda que se aplica está construida con material de la NASA, haciendo un equipo más seguro e irrompible. Lo que genera es presión en el oído del paciente y evalúa los reflejos y la presión del mismo", dijo.
Permite almacenar una base de datos en un sistema integrado en la computadora, aunando el estudio junto a los resultados de la audiometría y poder tener en una misma planilla todos los datos de los estudios del paciente que se realizó durante todo un día e ir armando un historial personal con todos los estudios realizados.
El otoemisor acústico es capaz de medir la reserva coclear para poder cumplir con la ley de detección temprana de hipoacusia.
"Este equipo permite enviar estímulos al bebé para evaluar diferentes frecuencias y teniendo que cumplir diferentes parámetros para considerar que tiene audición normal".
"Al ser portátil, se puede trasladar hacia el servicio de Neonatología para aquellos recién nacidos que se en- cuentran en situación de cuidados intensivos".
También se incorporó un audiómetro clínico de dos canales, con el cual se puede evaluar y medir la audición a nivel periférico y la discriminación para el habla.
Tiene dos canales independientes y el profesional puede manejarlo con pruebas de simulación auditiva que necesita para evaluaciones específicas y de procesamiento auditivo central, que son patologías auditivas centrales que también se pueden evaluar con este equipo.
"Al paciente se le envían diferentes estímulos en el auricular que se le coloca. Tiene que apretar un botón cada vez que escucha el sonido, logrando el profesional que realiza el estudio medir el nivel de audición. Además de escuchar, el paciente repite a través del sonido palabras que se les pronuncian para analizar la discriminación auditiva para ambientes ruidosos", dijo.