Sacheri quiere que la pasión no se apodere del pensamiento
UN ESCRITOR QUE JUEGA EN PRIMERA Comenzó un ciclo de entrevistas por TV que además de ser una charla amena permita abordar temas profundos: “La pasión según Sacheri”.
El escritor Eduardo Sacheri lleva adelante un ciclo de entrevistas en televisión que se centra sobre la pasión de los argentinos por el fútbol.
Entre los invitados podremos encontrar a figuras como el empresario y conductor Marcelo Tinelli, el neurocientífico Facundo Manes, el cantante Diego Torres y el multifacético Alejandro Dolina, a quienes invitará a la reflexión para "parar un poco la pelota y pensar al respecto".
El autor adelantó detalles de La pasión según Sacheri, el programa que emitirá la señal premium TNT Sports todos los domingos a las 21 y que llevará por primera vez como protagonista del show al creador de "La pregunta de sus ojos", la novela en la que se basó el film ganador del Oscar El secreto de sus ojos.
Profe en Ramos
Profesor de historia en una escuela secundaria de Ramos Mejía, novelista, autor de notables relatos que giran en torno del mundo del fútbol y la pelota y columnista durante dos años de Estudio país con la conducción de Juan Alberto Badía, Sacheri señaló que su nuevo "programa tiene que ver con la pasión, que es algo muy vinculado al fútbol y que los argentinos siempre tenemos muy a flor de piel y de lo que hablamos mucho, aunque a veces livianamente".
"Me parece que el intento de estas charlas es reflexionar sobre qué significa para cada uno de nosotros la pasión, parar un poco la pelota y pensar al respecto", explicó.
La pelota es una parte
A un día del comienzo del inicio del campeonato Mundial en Rusia, Sacheri indicó que "está claro que el fútbol es algo hermoso y es el juego que más nos gusta, y así como lo usamos para un montón de cosas, también lo podemos usar para pensar, porque me parece que quedarnos solo con la cosa más evidente y estridente de la pasión por la pelota es quedarnos solo con una parte".
El envío propone una charla distendida, afable, empática, "más un diálogo en el que escucho que una entrevista", aclaró Sacheri, quien dijo sentirse "un invi- tado de lujo en este mundo de ser entrevistador", haciendo alusión a su debut en un rol que recién empieza a conocer.
—¿Cuál fue el criterio a la hora de elegir los entrevistados?
—El objetivo central fue que fueran personas complejas en el mejor sentido de la palabra, que aludieran a una diversidad, que fueran tipos que tuvieran la capacidad de abrirte la cabeza, desde el laburo que hacen, desde su experiencia de vida, desde su capacidad introspectiva.
—¿Y cómo te planteaste tu rol de entrevistador?
—Es un lugar difícil, te planteás 'cuánto hablo, hasta dónde pregunto', porque no me interesa ser indiscreto ni hablar demasiado, me parece que la clave está en manejar un delicado equilibrio porque tampoco me interesa ser un tipo que pregunta y después se queda callado sin devolverle nada al otro.
Un gran desafío
"Lo que me impulsó a aceptar este desafío fue la tranquilidad de que mi actitud general en la vida es más de observación y escucha que de intervención, y que mi laburo como escritor tiene que ver con eso: mirar, escuchar y especular a partir de lo que veo. En ese punto encontré una rima interesante entre la escritura y el lugar del entrevistador", aclaró.
—¿Cómo imaginás el desarrollo del ciclo?
—La idea con cada entrevistado es lograr un clima, generar una conversación amigable que al mismo tiempo sea profunda, ese creo que es el gran objetivo del programa, ir más allá de la superficie de las cosas y entrar en algunas zonas de profundidad porque, en definitiva, en esas zonas profundas está el motor de nuestras pasiones.
—¿Diálogo o entrevista?
—Trato de que sea más un diálogo en el que escucho, a veces los diálogos son cincuenta y cincuenta y a veces uno se retrae para que el otro se explaye más, intento que sea eso, el problema potencial de una entrevista es que el entrevistador se desentienda de lo que viene pasando y a mí me interesa otro tipo de compenetración con la situación, donde la cuestión de las temáticas queda subordinada a la persona que tenés enfrente, siempre bajo el hilo conductor de la pasión.
—Una charla especial.
—La idea es escuchar con