A tres meses del cierre de los talleres Maldonado, nadie habla de reactivación
Hasta ahora, los únicos signos de esperanza parecen pasar por la concreción del ramal ferroviario entre Bahía Blanca y Vaca Muerta.
Adrián Luciani
aluciani@lanueva.com
El silencio es total dentro de los centenarios galpones, pero más preocupante aún es el silencio que reina en los despachos oficiales.
Ya pasaron tres meses desde el cierre de los talleres ferroviarios Maldonado y, por ahora, no hay signo alguno de reactivación.
Atrás parecen haber quedado las gestiones de empresas rusas, chilenas y chinas por el predio que hasta el 15 de marzo pasado utilizaba la ex Ferrobaires y donde trabajaban 60 em- pleados.
También parece haberse acallado el interés de algunas firmas nacionales.
Si bien personal de seguridad custodia las instalaciones, la historia demuestra que cuando un complejo industrial de este tipo es cerrado, cuanto mayor tiempo pasa menores son las posibilidades de reapertura.
En tres meses no hubo una sola señal desde el Estado, tan-
Atrás parecen haber quedado las gestiones de empresas rusas, chilenas y chinas por el predio que hasta el 15 de marzo pasado utilizaba la ex Ferrobaires y donde trabajaban 60 empleados.
to nacional como provincial, que permitan ser optimistas en cuanto al futuro de Maldonado.
Si pudo constatarse la visita de técnicos pertenecientes a la empresa rusa Transmashholding TMH, que con una inversión de U$S 3 millones se hizo cargo de la reactivación de los Talleres Mechita, en el norte de la provincia.
Esa empresa pretende participar de un proyecto como el de Vaca Muerta, donde Maldonado puede ser clave.
También existe interés de Ferrosur en las instalaciones, sobre todo de cara a lo que puede implicar en materia de transportes Vaca Muerta y la casi segura construcción de una vía entre Bahía y Añelo.
Esto es lo único concreto, el resto siguen siendo versiones e intenciones con mayor o menor grado de asidero.
También se habló del interés de empresarios nacionales junto a otros chilenos en recuperar no sólo las instalaciones, sino de buena parte de lo que es Ferrobaires.
Como cabeza de este proyecto, del cual no volvieron a tenerse noticias, figuraba el ingeniero Mariano Schroeder -director técnico de Empresas Power Train Technologies (PTT), presente en Argentina, Perú y Chile.
Schroeder es representante de motores MTU, Caterpillar, Cummings, Mercedes Benz en Sudamérica.
Su idea era mantener la habilitación que tiene la empresa y explotar un sistema mixto (cargas y pasajeros), con posibilidad incluso de abarcar zonas de río Negro.
Los talleres ferroviarios de Coronel Maldonado fueron inaugurados en 1907 por la empresa Ferrocarril Bahía Blanca al Pacífico (BAP).
Un año más tarde, en las inmediaciones se construyó la estación Maldonado.
A fines de los '50 los talleres recibieron a las flamantes máquinas Baldwin Lima Hamilton, puntapié inicial para la dieselización de los trenes del Ferrocarril Roca en el país.
Allí también se encuentran las colonias ferroviarias, un conjunto de viviendas destinadas al personal.
Salvo el predio de los talleres, casi todo en las inmediaciones se encuentra usurpado.
Ahora la única esperanza para los talleres es el ferrocarril Norpatagónico o Tren a Vaca Muerta, cuyo costo ronda los 500 millones de dólares.
Este es uno de los pocos grandes proyectos de Nación que se salvarían del ajuste dispuesto por el FMI.
La idea es licitarlo en los próximos meses mediante el sistema de Participación Público Privado (PPP).
Entre los interesados sobresalen Ferrosur Roca y el Grupo Techint, aunque también se sumó a este pelotón Pampa Energía.
La obra resulta clave para abaratar los costos del proyecto Vaca Muerta, sobre todo en lo que hace al transporte de tubos y de las arenas que necesitan los pozos neuquinos.