Se terminó el sueño de Guido Pella en el césped de Wimbledon: derrota ante McDonald.
La derrota de ayer será anecdótica para Guido Pella, quien vivió días soñados en la hierba de Londres.
Quién le quita lo bailado, ¿no? El sueño deportivo acabó en la tercera rueda, pero la aventura vivida esta semana en Londres (Inglaterra) será una huella imborrable en la carrera tenística y en la vida de Guido Pella.
La caída por 6-4, 6-4 y 7-6 (5) ante el estadounidense Mackenzie Mc Donald (103°) no empañará en absoluto la tercera participación del bahiense en la histórica y tradicional hierva de Wimbledon, tercer Grand Slam del año.
El análisis global tiene como eje la epopeya lograda el jueves; ese memorable suceso que quedó grabado tras la derecha fallida de Marin Cilic, último finalista en el All England, quien sucumbió ante la garra y fortaleza del zurdo en cinco sets y tras más de tres horas y media de partido.
Quién pensaría que la victoria más relevante de su periplo profesional llegaría en pasto, lugar donde pocos pueden desenvolverse con comodidad y frescura.
Pero a veces, de lo inesperado surge algo brillante. Y este fue el caso...
"De los mejores recuerdos de mi carrera. Estoy feliz por haber dado vuelta el partido y por ganarle a un jugador como Cilic", había manifestado Pella a través de su cuenta oficial de Instagram. Tan inesperada fue la victoria como la forma en que se gestó: dos sets a cero abajo, Cilic inspirado y el score que no le daba respiro...
Pero, repentinamente, una señal cayó desde el cielo y le dio un guiño al bahiense.
El resto de la historia, a casi 72 horas de su suceso, ya es conocida.
"No es solo un triunfo, y tal vez no tenga nada que ver con el tenis, es sacarse la camiseta de jugador y ponerse la de la persona que está dentro de una cancha", comentó Charo, mamá de Guido, en redes sociales.
De eso se trata el asunto en cuestión. La derrota de ayer, por más dolorosa que haya sido (seguramente se habrá reprochado algún tiro mal ejecutado) será anecdótica.
Guido Pella triunfó en cancha, ante un poderoso rival (último finalista) y ante él mismo; dando muestra que todo el esfuerzo intangible que hay detrás vale la pena cada segundo.
La historia continuará...