Sobrevivir con el arte en la calle, pero patas para arriba
La propuesta de reforma al código contravencional de la Capital Federal generó rechazo en artistas de todo el país. Denuncian un avance del Estado sobre la cultura.
La propuesta de reforma el código contravencional de la Capital Federal genera rechazo a los artistas de todo el país, que denuncian un avance del Estado sobre la cultura. En Bahía hay cientos de artistas callejeros, por lo que el tema pega directo en el corazón de un ámbito donde la expresión es su mejor y más contundente argumento.
Lo más polémico es el cambio que establece que ya no será necesario denunciar ruidos con nombre y apellido. Se podría de manera anónima.
El debate le pega directo en el corazón. En Bahía Blanca hay cientos de artistas callejeros, pero hay uno que gracias a actuar en las inmediaciones de la Plaza Rivadavia durante su adolescencia hoy es uno de los comediantes más famosos del país: Agustín Aristarán. Sí, Radagast.
El sentimiento es el mismo para todos sus colegas, pero elegimos su experiencia a modo de representación: su sensación al enterarse de la reforma no fue para nada agradable.
"La calle me dio gran parte de la pasión que tengo por mi trabajo. En la calle te curtís, te hacés, formás amigos entrañables. Creo que este debate es absurdo. Demasiado mal está el país como para que los gobernantes se ocupen de esto", aclaró Radagast.
De qué trata la reforma
La propuesta de reforma al código contravencional de la ciudad de Buenos Aires despertó críticas y temores mucho más allá de la Capital Federal. Entre otras cosas, la Ley 1664-J-18 presentada por el Poder Ejecutivo busca prohibir trapitos, limpiavidrios y cambia el método de denuncia de los ruidos molestos, lo que provocó la respuesta de músicos y artistas callejeros en general, quienes ven a estas medidas como un avasallamiento por parte del Gobierno.
Bajo el lema “el arte no es delito”, un colectivo de artistas se manifestó en decenas de ciudades de todo el país en apoyo a sus colegas.
El proyecto de reforma, en su artículo 85, habla de ruidos molestos que "excedan la normal tolerancia", multas de hasta 10.000 pesos y arrestos de hasta 5 días para quienes los produjeran. Además, lo más polémico: el cambio que establece que ya no será necesario denunciar dichos ruidos con nombre y apellido, sino que podrá hacerse de forma anónima para que las autoridades competentes puedan actuar de oficio.
¿Aburrida o ruidosa?
Consultado por la posibilidad de que prosperen las reformas al código contravencional de la Capital Federal y en el futuro algo similar suceda en Bahía Blanca, el titular del Instituto Cultural de la Municipalidad, Ricardo Margo, opinó que en nuestra ciudad lo principal sería “consensuar, reglamentar y uniformar un poco el discurso”.
“Hay vecinos que a veces se quejan por ruidos que a priori uno no podía considerar molestos, y hay otros que creen que Bahía es una ciudad aburrida, sin artistas ca- llejeros, y que vienen embobados de sus viajes al exterior en los que descubren que en tal ciudad o pueblo uno encuentra músicos en la calle”, opinó Margo.
“Entonces me parece que hay que uniformar un poco los criterios. Seguramente tener una banda sinfónica al pie de tu casa todos los días, si tenés que trabajar al día siguiente, no está bueno. Pero no es lo mismo eso a las dos de la mañana que escuchar un violín en una esquina en horas de la tarde”, agregó.
“Pero hay que tener cuidado con demonizar a unos y santificar a otros, se habla de la libertad que tendría la Policía para actuar de oficio pero hay ámbitos en los que no necesariamente tiene injerencia, acá estamos hablando de medioambiente. Es un tema a debatir”, analizó.
Por último, el responsable de Cultura recordó un episodio que ocurrió en el pasado.
“Hace muchos años se embelleció el sector del parque de Mayo de la manzana de Córdoba y 12 de Octubre, se generó un espacio para que los domingos pudiera haber una música simpática, muy audible. Pero resultó que esa música generó quejas de estudiantes, que decían que los domingos a la tarde aprovechaban para estudiar y eso les molestaba. Entonces es