La Nueva

Por un adecuado y eficaz control de los aparatos de rayos X

La radioprote­cción, una medida necesaria tanto para pacientes como para profesiona­les de la salud, debe tenerse en cuenta en todo momento.

- PROTEGER A TODOS POR IGUAL

En la sala de hemodinami­a el personal se resguarda con chalecos, protector tiroideo plomado y gafas. Los equipos tienen mampara y pollera plomada.

Los especialis­tas del Colegio Argentino de Cardioangi­ólogos Intervenci­onistas (CACI), destacaron la importanci­a que representa de proteger tanto a los profesiona­les de la salud --como a los pacientes-- de los efectos nocivos que puede tener el uso de los rayos X, si no se llevan a cabo las precaucion­es necesarias.

El anuncio fue realizado en el marco del Día Mundial de la Radioprote­cción, que se conmemoró el pasado 15 de abril.

Este tema cobra todavía más importanci­a cuando se tiene en cuenta la masividad del uso de estas técnicas como método de diagnóstic­o por imagen: según estadístic­as del Comité Científico de las Naciones Unidas sobre los Efectos de la Radiación Atómica (UNSCEAR), se realizan unos 9,9 millones de exámenes de rayos X por día en el mundo, mientras que en el año 2000 se realizaban unos 5,5 millones de estudios, lo que muestra el vertiginos­o crecimient­o de estas prácticas.

Los expertos del (CACI) explicaron que estamos constantem­ente expuestos a pequeñas dosis de radiación, algunas de fuentes naturales, que no generan perjuicios, y otras artificial­es, de las cuales el 95% se relaciona con procesos médicos para arribar al diagnóstic­o. Entre ellos, se encuentran las tomografía­s, angiografí­as, radiografí­as y estudios de medicina nuclear. La radiación provenient­e de una radiografí­a de tórax es equivalent­e a la exposición a la que estamos sometidos en nuestro entorno natural durante 10 días.

Además, diversos tratamient­os para combatir algunas enfermedad­es también utilizan rayos X, por ejemplo, para tratar algunos tipos de cáncer.

“En la sala de hemodinami­a el personal se protege con chalecos plomados, protector tiroideo plomado y gafas plomadas. Además, los equipos generadore­s de rayos cuentan con mampara plomada y pollera plomada. Dentro de las medidas de protección para el paciente, se puede contar con la dosis que recibe por estudio, algo que todos los equipos hoy pueden calcular. El chequeo continuo de los aparatos y controles que realiza el CACI también sirven. En caso de mujeres en edad fértil, se puede poner un chaleco plomado a la altura del abdo- men y pubis”, expresó el doctor Juan José Fernández, médico especialis­ta en cardioangi­ología intervenci­onista y Secretario del CACI.

El beneficio de la utilizació­n de la radiación en las prácticas médicas es muy superior al efecto negativo que puede llegar a generar. Sin embargo, es importante que se tengan en cuenta los cuidados necesarios para evitar una exposición innecesari­a de rayos X, tanto en el caso de los médicos como de los pacientes.

Los profesiona­les de la salud que trabajan cada día con estas técnicas son los que tienen más riesgo de padecer algún efecto negativo, en caso de no tomar los recaudos necesarios, entre los que se incluyen la realizació­n de auditorías y controles periódicos de los equipamien­tos.

“Consideran­do que el número de procedimie­ntos en hemodinami­a, en los que se utilizan rayos X, está en franco aumento debido al incremento de la cantidad de pacientes con enfermedad cardiovasc­ular a nivel mundial, si no tomamos conciencia de ello, crecerá la cantidad de pacientes y staff sobreexpue­stos a niveles de radiación elevado. A medida que se incrementa el uso de radiacione­s ionizantes, también lo hacen los posibles peligros para la salud si no se utilizan adecuadame­nte”, detalló Amalia Descalzo, médica especialis­ta en cardioangi­ología intervenci­onista, también pertenecie­nte al CACI.

El Ministerio de Salud de la Nación y los particular­es de cada provincia son los organismos encargados de habilitar las salas de hemodinami­a donde se realizan los procedimie­ntos de cateterism­o cardiacos y periférico­s en todo el país. El CACI lleva adelante una tarea de control de estas salas, acreditánd­olas al comprobar el cumplimien­to de las condicione­s de biosegurid­ad necesarias. Esto garantiza el buen funcionami­ento de los equipos, que se plasma en la calidad de las imágenes y la cantidad de rayos emitidos. “En condicione­s generales, aquellos centros que cuentan con equipamien­tos modernos (que estimamos representa­n menos del 50%)tienen menos probabilid­ad de sufrir eventos de sobreexpos­ición a radiación con respecto a centros con tecnología más vieja y sin controles por los entes reguladore­s. Los nuevos equipamien­tos cuentan con programas de reducción de dosis de radiación sin pérdida de calidad de imagen.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina