El alcohol, esa mala costumbre
La esperanza de vida de las personas alcohólicas se reduce 20 años respecto a la población que no bebe en exceso.
UNA NOTA publicada por este diario en su edición papel del 7 de julio dio cuenta que el abuso de alcohol puede ser causa de más de 60 enfermedades, aunque también dejó en claro que ingestas inferiores también resultan nocivas para la salud.
EN MUCHAS partes del mundo, el consumo de bebidas alcohólicas es una característica común de reuniones sociales. Sin embargo, esa práctica conlleva un riesgo de salud adversa y consecuencias relacionados por sus propiedades intoxicantes, tóxicas y productoras de dependencia.
EL ALCOHOL también es asociado con un mayor riesgo de afecciones agudas, como lesiones, incluyendo accidentes de tráfico, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). La esperanza de vida de las personas alcohólicas se reduce 20 años respecto a la población normal.
UN DATO preocupante, aunque no novedoso, es que el consumo excesivo de alcohol afecta en mayor medida a la población adolescente, un sector más indefenso, por su vulnerabilidad y permeabilidad a la realidad sociocultural.
EL INSTITUTO de Prevención de las Adicciones de la Universidad del Salvador (USAL), mencionó que “el alcohol es la droga psicoactiva número uno en prevalencia e intoxicaciones severas”.
PREDOMINA ADEMÁS el llamado “atracón de alcohol”, por el cual se busca alcanzar el estado de embriaguez en el menor tiempo posible, con graves complicaciones médicas y exposición a situaciones de riesgo. Asimismo, es habitual que el consumo esté asociado con bebidas energizantes y sustancias psicoactivas.
LA ARGENTINA es el país con mayor potencialidad de crecimiento de consumo en la región. Ya en la década del 80 las empresas cerveceras habían cambiado su estrategia de marketing y dirigieron su publicidad a adolescentes de 14 años.
PERO ADEMÁS los jóvenes han sumado su adicción a bebidas con elevada graduación alcohólica, tanto pura como en tragos, práctica que ha crecido de manera alarmante en los últimos años.
SIN DUDAS el consumo de alcohol exige una adecuada planificación preventiva desde el estado, para alertar sobre sus riesgos, desalentar su consumo y evitar que se convierta en parte de una cultura aceptada y natural, sin medir de manera adecuada sus riesgos y consecuencias.