Anuncios que ocultan otras verdades
La "tormenta" virtual utilizada como definición por el presidente Macri para evitar hablar de crisis inflacionaria que impacta en la economía nacional, tiene un impacto real – igual que cualquier fenómeno meteorológico – sobre la provincia de Buenos Aires. Desde hace un buen tiempo, tras cualquier “relámpago” sobre la Casa Rosada se escucha un trueno en la política bonaerense. En efecto, la caída de la imagen presidencial arrastró a la gobernadora María Eugenia Vidal.
Por eso, la prioridad para no pocos estrategas será intentar despegar a “Mariú” del escenario nacional.
Vidal viene de atravesar una “tormenta inesperada” o de mayor incomodidad política,desde que asumió su gestión en la Gobernación de calle 6. La denuncia sobre la dudosa procedencia de los “aportantes truchos” de Cambiemos tuvo consecuencias institucionales en La Plata.
A esta coyuntura hay que sumarle un hecho relevante: la Provincia sufrirá un recorte millonario en función del “ajuste fiscal que el Gobierno nacional reclama a los gobernadores para cumplir el acuerdo con el FMI.
En el entorno ministerial de Vidal reconocen que eso significa confirmar que el plan de infraestructura tendrá “acceso limitado”, justamente, ante el año electoral.
No fue casual el anunció del aumento del gasto social de la mandamás de Cambiemos. Le permitió evitar tener que hablar del recorte presupuestaria en la obra pública.
Mucho, mucho ruido, sonó dentro del oficialismo legislativo. Se sabe, la designación en el primer sillón de la Contaduría General de la Provincia implicará naturalmente cruces y chicanas con el kirchnerismo y el resto de la oposición peronista, después de la “renuncia preventiva” que la gobernadora le pidió a su persona de “confianza”, Fernanda Inza. La tesorera PRO/Cambiemos fue el “fusible” que explotó tras el escándalo de los contribuyentes falsos a la campaña electoral.
“Parece que se terminó el
La denuncia sobre la dudosa procedencia de los “aportantes truchos” de Cambiemos tuvo consecuencias institucionales en La Plata.
relato de pureza, transparencia y pelea contra las mafias que expresó la gobernadora, la realidad volvió a ganarle a la ficción” afirman desde el massismo.
A esta coyuntura hay que sumarle un hecho relevante: la Provincia sufrirá un recorte millonario en función del ajuste fiscal.
Dicen que los estrategas de marketing concretaron un montaje para explicar lo inexplicable. Claramente, Inza fue un “chivo expiatorio” en un intento de “salvar del incendio” a su amiga María Eugenia y acallar de algún modo, un tema que podría potenciar el malhumor del votante duro de Cambiemos.
Tras el efecto expansivo de una bomba que el oficialismo bonaerense jamás pensó que podía estallarle a Vidal, salieron a justificar la decisión gubernamental por “demostrar que no somos todos lo mismo”. Un tiro por elevación al kirchnerismo junto a la frecuente utilización de un mensaje de antiperonismo.
Para la “picante” Teresa García, jefa del bloque de se- nadores de Unidad Ciudadana / FpV, la resolución de Vidal fue acertada. “Aunque es apenas una medida sanitaria para tratar de limpiar la imagen de su gobierno”, aclaró. Lo cierto es que, por primera vez, se rompió el “cerco mediático”.
Vidal parecía predestinada a romper aquel viejo mito de la “maldición del sillón platense de Dardo Rocha” que parece impedirle a los gobernadores bonaerenses llegar a la Rosada a través de las urnas.