Sin repuestos: ¿Qué ocurre en nuestra ciudad con las locomotoras chinas?
Según pudo averiguar “La Nueva.”, las máquinas adquiridas en 2014 y 2015 no se adaptaron al estado de las vías y sufren la falta de repuestos.
Apenas tres años bastaron para que las locomotoras de origen chino que cubren el trayecto Bahía Blanca-Plaza Constitución, empiecen a ser sacadas de servicio.
La medida, según pudo saber La Nueva. obedece a la falta de repuestos y a la reiteración de inconvenientes técnicos, sobre todo en los mecanismos de suspensión.
Las fuentes consultadas señalaron que las locomotoras chinas no pudieron adaptarse al mal estado de las vías como sí lo vienen haciendo, desde hace décadas, las antiguas General Motors GT 22.
Incluso hicieron alusión a algunos inconvenientes técnicos llamativos, por caso la salida de servicio de los asientos destinados a los conductores.
"Tienen un sistema hidráulico que sale de servicio e incluso varias veces se han caído", aseguraron.
Hechos concretos
Pero más allá de las conjeturas y versiones sobre el funcionamiento de las locomotoras chinas lo concreto es que muchas de ellas fueron reemplazadas por las GT 22 para cubrir el trayecto entre la estación Sud y su similar de Plaza Constitución, en la ciudad de Buenos Aires.
El resto de la formación sigue manteniéndose con vagones chinos, aunque sobre ellos también existen dudas.
Días atrás la imagen de una GT 22 encabezando una formación de pasajeros fue tomada por Ariel Scolari, exbasquetobolista y estudioso de los temas ferroviarios.
Poco después esa imagen en las redes sociales motivó todo tipo de comentarios.
Por ejemplo varios coincidieron en que las GT 22 A918 y A915 hace tiempo que vienen sosteniendo el servicio a Buenos Aires.
Si bien los mecánicos señalan que las chinas no son malas locomotoras, por su peso , el mal estado de las vías y las reiteradas roturas, especialmente los bastidores, fueron reemplazadas por las veteranas GT22.
De todas formas estas últimas, pese a su antigüedad, fueron sin dudas las elegidas por los comentaristas.
Cabe recordar que la compra de material ferroviario a China fue objeto de no pocas críticas años atrás, por cuanto no dicha operación se hizo en forma directa y sin licitación mediante.
Por entonces hubo quienes propiciaron desarrollar una industria nacional con la fabricación de las ya probadas GT 22 y afirmaron que esas inversiones fueron utilizadas, al final del kirchnerismo, por Florencio Randazzo en su puja con Daniel Scioli por la candidatura presidencial.
Las GT 22 siguen siendo consideradas por no pocos especialistas como la mejor adquisición en materia ferroviaria.
Entre los modelos G22 y GT22 se incorporaron unas 300 unidades.
Las primeras llegaron desde los Estados Unidos a mediados de 1972.
Luego muchas otras fueron fabricadas en los astilleros Astarsa, de San Fernando, entre 1978 y 1989.
Pero más allá de cuestiones técnicas vinculadas a las locomotoras, el talón de Aquiles del sistema sigue estando en el estado de las vías.
Hoy, independientemente de la unidad tractora, los trenes de pasajeros tardan 13 horas en unir Bahía Blanca con Buenos Aires.
Ese tiempo prácticamente es el mismo que le insumía a una locomotora de vapor, en 1913, cubrir dicho trayecto.
Allí reside un aspecto más del derrumbe ferroviario.
A la izquierda, una locomotora china CNR, modelo CKD, en la estación Bahía Blanca Sud. Abajo una legendaria GT 22, cuando se aprestaba a salir días atrás de Bahía Blanca rumbo a Plaza Constitución.