La Nueva

El presidente y un apodo

Durante una comunicaci­ón abierta, Mauricio Macri dijo que le parecía ocurrente que lo apoden “gato”.

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mil seguidores. EL PRESIDENTE de la Nación, Mauricio Macri, habilitó, días atrás, una comunicaci­ón abierta a través de la red social Instagram, en la cual, durante 20 minutos, contestó variadas preguntas de algunos de sus 800

NO ES un ejercicio habitual de un funcionari­o de esta jerarquía exponerse en una red social, no sólo a consultas sino dispuesto a recibir las más variadas opiniones o comentario­s, muchas de personas escudadas en un seudónimo o nombre de fantasía.

SI BIEN las críticas a Macri fueron inmediatas por muchas de sus respuestas, lo que puede resultar llamativo son las preguntas, en muchos casos referidas a cuestiones triviales o menores, que poco tienen que ver con el interés que puede despertar la persona que ocupa el más alto cargo político del país.

ASÍ, MACRI contó que sus comidas favoritas son la pizza (hecha por la mamá, según puntualizó) y las milanesas, que mira la serie referida a la vida de Luis Miguel y que le gusta como baila Shakira.

PERO SIN dudas una de las preguntas más singulares es la que se refirió a saber que pensaba sobre el apodo más viralizado que tiene el presidente: “Gato”, populariza­do con la oración “Macri Gato”.

ANTE ESA consulta, Macri mencionó que “le parecía ocurrente” que lo llamaran de ese modo. No hizo ninguna otra reflexión ni comentario. Ahora bien, ¿qué se le dice a Macri cuando se lo llama así?. La respuesta es amplia y responde más a una especulaci­ón que a una certeza.

LA EXPRESIÓN “gato”, en este caso, proviene del mundo de la cárcel, es parte del vocabulari­o tumbero. Nada tiene que ver con el uso de la palabra en la década del 30, cuando designaba a “señoritos adinerados” que gustaban salir con vedettes, y mucho menos, como apelativo de mujeres que se prostituye­n.

EN EL ámbito carcelario, “gato” define a la persona que atiende al jefe del pabellón, es el escalafón más bajo, el que sirve a otros realizando tareas básicas. Es, en ese sentido, ofensivo y despectivo. Por eso la policía detuvo, hace unos meses, a la persona que le gritó gato a Macri en un acto público.

LA REAL Academia da 24 acepciones para la palabra, incluyendo las de indicar a la persona sagaz, a la que tiene ojos verdes y al ratero. Macri gato es un apodo instalado. Que muchos entienden pero pocos explican. A veces se utiliza como parte de la expresión “Rescatate gato”, que abre otra página.

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