Proyecto Nadir
ace 38 años, en agosto de 1980, un Consejo Honorario Asesor de la comuna rechazó la propuesta elevada por particulares de construir 2.500 viviendas en terrenos ubicados sobre la ruta 33, donde hoy se ubica un barrio cerrado.
Nadir SA se llamaba la empresa que pretendía construir esta verdadera “ciudad satélite”, en 180 hectáreas de tierra de su propiedad, a 10 kilómetros del centro bahiense. La nueva urbanización llevaría el nombre de Rayulú.
El objetivo era en parte dar respuesta a la insatisfecha demanda de viviendas de los trabajadores del polo petroquímico, complejo en plena construcción.
El emprendimiento están organizado con la construcción de 600 viviendas por año, hasta completar las 2.500, generando un conglomerado de 10.000 habitanriendo tes.
Pero pronto comenzaron las objeciones al emprendimiento. Desde una supuesta falta de capacidad del embalse de Paso de las Piedras para abastecerlo de agua y hasta su ubicación, “prematura para el desarrollo de Bahía Blanca”, según la oficina de Planeamiento, sugi- “una radicación más próxima al casco urbano”.
Martín La Rosa, titular de Nadir, senaló la inexistencia de otras tierras dentro de la zona urbana y suburbana donde desarrollar una propuesta de este tipo. “Fueron solicitadas tierras fiscales y la Municipalidad nos informó que no tiene”, indicó. Por entonces el financiamiento de la obra estaba asegurado: capitales nacionales y extranjeros aportarían 1.500 millones de dólares.
La votación negativa del Consejo Consultivo (integrado por Obras Públicas del municipio, ingenieros, técnicos, agrimensores, arquitectos, constructores, UNS, escribanos y sociedades de fomento) fue decisiva. Semanas más tarde, ante el cuestionamiento comunal, Nadir desistió de la obra. Hoy el lugar está ocupado por el barrio cerrado Bosque Alto.