Los números del ajuste que se impone
Cumplir con la meta de déficit primario, es decir, el resultado fiscal sin considerar los intereses de la deuda pública, obligaría al gobierno a reducir el gasto no ajustable por inflación en casi 140.000 millones de pesos en 2019, de acuerdo con el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
La distinción entre el componente automático y el no automático del gasto primario surge a raíz que el primero se encuentra subordinado a la inflación pasada (jubilaciones y pensiones y otros beneficios que otorga el gobierno central), con lo cual, el margen de acción sobre el mismo es nulo.
Por el contrario, si se puede reducir el componente no automático, que contempla los subsidios a la energía y al transporte, los gastos de funcionamiento (salarios y bienes y servicios), las transferencias corrientes a provincias, el gasto de capital y otros gastos corrientes.
Hecha la distinción, con un gasto no automático de 1.233.704 millones de pesos proyectados al cierre del ejercicio fiscal 2018, el mismo debería achicarse hasta los 1.094.715 millones un año más tarde (un 11,3%) para cumplir con las exigencias del Fondo, lo que equivale a los 138.989 millones, según las estimaciones de los economistas del Iaraf.
En términos del PBI proyectado para los años 2018 y 2019 (medido en ambos casos en pesos corrientes, es decir, sin aislar el componente inflacionario) afrontar el compromiso de déficit asumido con el organismo que comanda Christine Lagarde requeriría pasar de un gasto no automático equiva2019 lente a 9,2% del PBI a uno de 6,7%, alertan desde el centro de estudios con sede en Córdoba capital.
Las cifras se modifican si el cálculo se hace sobre los gastos proyectados al año 2019.
Si ese fuera el caso, el componente no ajustable debería bajar desde 1.455.257 millones que prevé el gobierno nacional para 2019 hasta los 1.094.715 millones de pesos en el mismo año, es decir, 360.542 millones de pesos más de lo previsto.
El año que viene, los números oficiales prevén una baja en relación al PIB de los Ingresos Totales en relación a 2018 (-0,55 puntos porcentuales) y una suba del componente automático del gas- to primario (+0,57 puntos porcentuales), que, como arriba se indica, es inflexible a la baja.
Sumado a que el déficit primario tiene que bajar 1,4 puntos extra (recuérdese que a la meta de déficit del 2,7% del Producto para 2018, se impone una más dura e igual al 1,3% en 2019) la baja necesaria en el componente no automático del gasto primario debe ser equivalente a 2,52 puntos porcentuales.
Por otro lado, el gobierno nacional ya prevé en sus proyecciones que el componente no automático del gasto baje 0,32 puntos porcentuales, pero desde el Iaraf adelantan que sería insuficiente.
"En suma, el componente no automático del gasto debe presentar un ajuste nominal extra para bajar su participación en el PIB y lograr aportar los 2,2 puntos porcentuales necesarios para alcanzar la meta fiscal".
"Es decir que de la participación en el PIB que el gobierno nacional proyecta originalmente para el gasto no automático, deben restarse 2,2 puntos más, facilitando de esa manera el logro de la meta del 1,3% del PIB".
Es que el gasto no ajustable
El año que viene, los números oficiales prevén una baja en relación al PIB de los Ingresos Totales en relación a 2018.
Lograr la meta impuesta por el FMI exigiría una caída nominal igual a 11,3% en el componente no automático del gasto.
automáticamente debe caer para compensar la suba del ajustable, la pérdida de ingresos y la baja extra del rojo fiscal que exige el Fondo.
Resulta útil aplicar ambas formas de calcular el recorte a la parte que les correspondería a provincias, la tercera parte del ajuste de gasto.
Si se calcula sobre gasto 2019, las provincias deben aportar $120.000 millones. Por el contrario, si es sobre el gasto 2018, deben aportar $46.330 millones.
En síntesis, se tiene que las estimaciones oficiales prevén un crecimiento de los ingresos totales en torno al 18,3% y del gasto primario igual a 10,1% con respecto a 2018, para lograr la meta fiscal de déficit primario igual 1,3% del PIB.
El componente automático del gasto primario tiene previsto crecer un 29%, por lo cual, lograr la meta en exigiría una caída nominal igual a 11,3%.
"Por lo tanto, el gasto primario no automático debe caer en $360.542 millones si se lo compara contra un escenario de proyección de gasto para 2019 y debe ajustarse $138.989 millones si se contrasta con la estimación de cierre para el año 2018", concluyeron los técnicos cordobeses.
El jefe de Gabinete Marcos Peña justificó la decisión del Gobierno de recurrir al financiamiento del FMI como antídoto para recuperar la estabilidad.
Destacó la iniciativa frente a un panorama adverso, que podría haber derivado en "una crisis mucho más profunda", se tomó "sin especular" con "los costos" en "el corto plazo", pensando únicamente en "la responsabilidad de largo plazo".
"Accionamos antes de que sea una crisis mucho más profunda, tomando la decisión, sin especular con el corto plazo, de acudir a la fuente de financiamiento del FMI para de esa manera blindar las necesidades de financiamiento que teníamos por delante", explicó.
(*) Instituto Argentino
de Análisis Fiscal.