Tras nueve buques con molinos para la zona, llegó el turno de La Pampa
Datos oficiales revelan un crecimiento sostenido en la producción local de crudo, gas y no convencionales. Pero al mismo tiempo, aumenta el volumen y el precio de naftas y gasoil importados.
Disyuntiva. Mientras que el Ministerio de Energía celebra el aumento en la producción de gas, petróleo y no convencionales, la cartera de Hacienda lamenta el aumento del volumen y del precio de los combustibles importados. Según datos oficiales, junio fue el mejor mes de producción de gas desde agosto de 2010.
métrico. En comparación monetaria, resultó que en el primer semestre de 2017 se importaron combustibles por USD 503.838.432, mientras que en 2018 ya se llevan comprados USD 751.311.721 en combustibles, lo que refleja una suba del 49,11%.
"Teniendo en cuenta siempre el primer semestre de cada año, si vemos cómo viene incrementándose la importación desde al menos 2014, esta tendencia es preocupante", subrayaron desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), en un reporte sectorial al que tuvo acceso ámbito.com.
Pero también suena preocupante para los planes de Hacienda, que tiene como meta reducir el déficit fiscal, en cumplimiento del acuerdo con el FMI, pero que ve todos los meses salir más y más dólares del país para financiar el abastecimiento local, aunque sean los
"Este crecimiento se está acelerando. En el primer semestre la producción de gas no convencional (shale y tight gas) creció un 34% frente al mismo período de 2017, mientras que el oil no convencional creció un 36%".
y no el Estado los que cierran las compras al exterior. Una realidad inobjetable es que si bien la producción de hidrocarburos mejora día a día, la refinación de crudo en el país se perjudicó en los últimos meses. La refinería de OIL en San Lorenzo, que hoy controla YPF a través de Dapsa, retoma habitualidad lentamente, mientras que la planta Ricardo Eliçabe de Bahía Blanca, en manos de la holandesa Trafigura desde mayo, estuvo paralizada durante casi 30 días por 200 despidos y el rezago en los precios domésticos de los productos.
De la premium a la súper
Las estadísticas de Cecha confirmaron una tendencia que se preveía: por los incesantes ajustes de precios, los automovilistas cambiaron la premium por la súper.
En la comparación de junio frente a mayo, la venta total de combustibles líquidos al público subió 2,13%, al pasar de 1.295.888 m3 a 1.323.527 m3.
La nafta más cara, que ya supera los $33 por litro en Capital Federal, perdió 2,95% en el consumo general.
En ese mismo mes, la comercialización de la versión más económica, la Grado 2, creció 1,03%. "Se observa así una retracción en el consumo de premium, debido a que por la diferencia de precios, parte del público estaría retornando nuevamente a la súper", remarcaron.
Un informe de las cámaras de empresarios despachantes reveló que a nivel nacional, entre junio de 2017 y junio pasado, el precio en los surtidores de las naftas premium creció 17 puntos más que la inflación medida por el Indec. En tanto que el incremento promedio del gasoil estuvo 14,5% por encima del costo de vida.
A la espera de otro inminente ajuste de hasta 7% en los combustibles, el análisis elaborado por Economic Trends para la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (Fecac) evaluó el nivel de atraso medido hasta fines de julio, según la incidencia del precio internacional del Brent, la cotización del dólar, los valores internos de los biocombustibles y los impuestos.
"Con información al 31 de julio de 2018, el atraso estimado de los precios de los combustibles en Argentina es de 25,1% en el caso del gasoil Grado 2; de 22,3% en el caso del Gasoil Grado 3; 25,9% en el caso de la nafta Súper, y 23,5% en el caso de la Premium", remarcaron.