Antonio Valle
Hace 83 años, en agosto de 1935, falleció en Ingeniero White el vecino Antonio Valle, primer comerciante de la localidad y fundador de los bomberos voluntarios del lugar.
Oriundo de Sori, provincia de Génova, Italia, Valle se radicó en Ingeniero White en 1891, apenas seis años después de que la empresa del Ferrocarril del Sud habilitara el puerto Comercial.
Era por entonces White -en rigor el lugar se llamaba El Puerto- “un apretujamiento de casillas desprendidas de la ciudad y enmarcadas en una naturaleza inhóspita y de desolado paisaje”.
Lejos de amilanarse, Valle se hizo whitense de cuerpo y alma, siendo activo partícipe de todos los adelantos del lugar y férreo defensor del espíritu localista.
El 8 de septiembre de 1907, junto a un grupo de vecinos, creó el cuerpo de bomberos voluntarios, una de las primeras agrupaciones en su tipo del país, en tiempos en que los incendios eran uno de los males más reiterados y sufridos.
A principios de 1908 el cuerpo contaba con una bomba chica, algunos metros de manguera y unas pocas lanzas. Los pri- meros tiempos eran de un heroísmo increíble: cuando se declaraba un incendio un miembro del cuerpo recorría al galope el pueblo, haciendo sonar un clarín para llamar a los integrantes.
Durante veinte años Valle dirigió la agrupación, siendo, al momento de su muerte, su presidente honorario.
Este ilustre vecino falleció en su domicilio de la calle Dasso 171, a sus 84 años de edad.
Sus restos fueron velados en la Asociación de Bomberos y acompañados a la necrópolis por su mujer, Rosa Puccini, y sus hijos, Peregrina, María Luisa, Cayetano, Augusto, Angela, Próspero, Octavio, Palmiro, Fortunato, Sara, Yolanda, Clementina, Ricardo y Elena.
El cuerpo de bomberos que creó sigue siendo un modelo de operatividad y eficiencia.