Don Bosco, esa calle sin remedio
La falta de planificación desde hace décadas ha derivado en que más de la mitad de las calles haya cumplido su vida útil.
NO ES novedad que Bahía Blanca sufre del colapso de su área pavimentada.
LA FALTA de planificación desde hace décadas ha derivado en que más de la mitad de las calles haya cumplido su vida útil y el resto exija tareas de reacondicionamiento.
LA SITUACIÓN se torna más peligrosa si se considera el notable incremento del parque automotor, que se ha triplicado en las últimas décadas, con lo cual la exigencia a las carpetas de asfalto supera toda previsibilidad y requiere atención constante.
LAS CALLES están además saturadas de baches. Los hay de todas formas y dimensiones, muchos de ellos verdaderas trampas que afectan a los vehículos que no llegan a evitarlos y que además se convierten en elementos de riesgo a partir de la reacción de muchos conductores de ensayar maniobras imprevistas.
PORQUE ADEMÁS las tareas de bacheo, realizadas con la urgencia que muchas veces las roturas reclaman y otras por el reducido personal asignado a esas tareas, se llevan a cabo de forma apresurada, sin ajustar las mismas a las técnicas adecuadas para que esas reparaciones tengan una duración mínima.
UNA DE las varias arterias que presentan un estado calamitoso, según detalló una crónica periodística publicada por este diario en su edición de 20 de agosto, es la calle Don Bosco, que hace las veces además de avenida de acceso a la ciudad.
SE TRATA de una calle casi imposible de recorrer, plagada de enormes baches, de cunetas inadecuadas, de esquinas inundadas, de veredas faltantes y ausencia de cruces peatonales. Un recorrido cada vez más poblado, con tránsito pesado que contribuye a una rotura cada día más vasta y profunda.
DON BOSCO exige un inmediato plan de reparación. Que no puede ser , dada su magnitud, de una sola etapa. Pero que no puede seguir sin atenderse.
POR UN lado con trabajos de bacheo de adecuada resolución técnica. Por otro, con la posible repavimentación de paquetes de cuadras, los que el presupuesto permita.
PORQUE ADEMÁS no es una calle cualquiera. Es de las más importantes y transitadas. Donde se colocó un radar para verificar la velocidad máxima, con lo cual se convierte también en una trampa para muchos por poseer incluso un tope casi inadecuado.
EL COMBO, para todos, es fatal.