Rosario y Bahía Blanca también pujan por la traza de un gasoducto
El proyecto busca revertir la poca capacidad de transporte para el gas de Vaca Muerta. Las opciones son San Nicolás y nuestra ciudad.
Adrián Luciani
aluciani@lanueva.com
Parece que la puja entre Bahía Blanca y Rosario no solo se focaliza en el ámbito portuario, donde la estación marítima local brega por trasponer el rol de mero completamiento de los buques que no pueden salir cargados a pleno desde la Hidrovía del Paraná.
Ahora la disputa también está centrada en la traza que tendrá un gasoducto de grandes dimensiones desde Vaca Muerta.
Pudo saberse que el gobierno nacional se encuentra analizando opciones para construir un nuevo conducto troncal desde la cuenca Neuquina.
Hasta ahora se manejan dos opciones, un gasoducto de 36 pulgadas que enlace Vaca Muerta con San Nicolás y otro de similar tamaño que llegue a Bahía Blanca, donde luego sea industrializada parte de esa materia prima y los excedentes se exporten en buques metaneros.
Más allá de las necesidades concretas, aún no está claro cómo se financiaría la construcción de la obra.
Desde el ministerio de Energía explicaron que la iniciativa aún está en una etapa preliminar y que se están analizando distintas posibilidades para poder concretarla.
Tampoco hay que descartar la realización de dos gasoductos, sobre todo teniendo en cuenta el interés de firmas como Dow en esa materia prima y las inversiones que realizaron en tal sentido.
A esto debe sumarse el interés de Profertil de construir una nueva planta en Bahía.
Según el sitio digital Econojournal el objetivo trazado consiste en ampliar la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta.
El proyecto fue presentado informalmente en el Enargas por Transportadora Gas del Norte (TGN), la empresa controlada por el grupo Techint.
Tanto el ministerio de Energía como el de Hacienda están al tanto de la iniciativa.
"En ambas carteras le asignan un rol estratégico a la obra por lo que quieren impulsar su construcción aún en una coyuntura adversa desde un punto de vista fiscal y económico. En Energía están evaluando alternativas para financiar el tendido del caño, que requiere una inversión superior a los US$ 1200 millones", sostuvo Econojournal.
Si bien los que corren son tiempos de restricción fiscal, el gobierno tiene interés en esta obra por varias razones.
En primer lugar está la escasa capacidad de transporte disponible de los gasoductos Neuba I y II y del gasoducto CentroOeste,
Estos conductos rondan hoy los 8 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/día) de gas.
Sin embargo, Tecpetrol, la petrolera de Techint, produce cerca de 9 MMm3/día de shale gas en Fortín de Piedra (Vaca Muerta).
Paolo Rocca, CEO de Techint, precisó la semana pasada que Tecpetrol producirá 17 MMm3/ día en diciembre de este año y prevé alcanzar los 22 MMm3/ día a fines de 2019.
Todo esto hace que la capacidad de transporte para evacuar esa oferta adicional de gas desde Vaca Muerta hacia los centros de consumo resulte limitada y que lo sea aún más a me-
Se estima que un gasoducto troncal como el que se proyecta podría transportar cerca de 25 MMm3/día de gas.
diano plazo si se concreta la puesta en producción de proyectos de otras compañías, como YPF, Pan American Energy (PAE), Pluspetrol y ExxonMobil, entre otras.
El apuro del gobierno radica en que una obra de este tipo insumirá unos tres años de obras.
Tampoco se descarta que la inversión necesaria sea costeada por las propias empresas petroleras.