Por qué se producen errores en los diagnósticos en las salas de emergencias.
Por lo general existe un mal procesamiento de la información que el médico recaba durante la primera cita.
Ibeas mostró que el 10% de los pacientes internados sufre de uno o más eventos adversos durante la internación y que el riesgo se duplica cuando se prolonga.
Periódicamente, los medios de comunicación dan a conocer algún caso en el que un paciente ha sido víctima ya no de la enfermedad que lo llevó a la consulta médica, sino de un error en su atención.
Lo que parece algo inusual, esporádico, es en realidad un problema mucho más frecuente de lo que se piensa y que resulta en algunos casos difícil de resolver.
De hecho, sólo en los Estados Unidos se estima que decenas de miles de personas mueren al año a causa de un error médico. Revertir esas cifras motivó a investigadores a realizar un estudio para determinar cuáles son las causas más frecuentes de error en la atención de emergencias.
"Es crítico que comprendamos cómo y por qué ocurren esos errores, de modo que podamos comenzar a trabajar para prevenirlos, y este estudio es un pequeño paso", comentó el doctor Benjamin Schnapp, investigador de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos. Las conclusiones confirman resultados previos que señalan que, en general, no se trata de falta de conocimiento por parte de los médicos, sino que el error principal es un mal procesamiento de la información que el profesional recaba durante el encuentro inicial con el paciente. Los investigadores se basan en casos de pacientes que volvían al Departamento de Emergencias dentro de las 72 horas de haber realizado una primera visita, ya que una segunda dentro de ese periodo se considera un indicador de que la atención inicial pudo haber sido deficiente. En esa segunda visita, los pacientes fueron atendidos por un equipo de médicos que tenía como función analizar el caso para determinar si durante la primera visita a la guardia habían sido bien atendidos o, en su defecto, evaluar cuál fue el tipo de error que impidió dar respuesta a la necesidad inicial. Schnapp y sus colegas hallaron que el tipo de error más frecuente en la emergencia fueron problemas en el procesamiento de la información obtenido durante el examen médico, seguido por problemas para verificar la información reunida durante la consulta.
Sin embargo, problemas relacionados con un inadecuado conocimiento médico o una inadecuada recolección de información durante la consulta fueron bastante poco frecuentes.
Lo que sí llamó la atención fue lo frecuente que fue la conducta de prejuzgar y realizar en forma prematura el diagnóstico; esos errores estuvieron presentes en un 13% en ambos casos. Ambos tipos de errores fueron especialmente comunes en los pacientes que acudían a la consulta a causa de dolores abdominales. “Vemos lo que esperamos ver, vemos lo que ‘queremos’ ver”, sugirió el doctor Jorge Thierer, jefe de la Unidad Insuficiencia Cardíaca y Médico Unidad Coronaria CEMIC, al referirse al acto de atender a un paciente. Aunque es muy difícil establecer la frecuencia de los errores médicos, en Estados Unidos hay estimaciones que señalan que los errores graves están presentes en uno de cada 12.000 procedimientos. En Latinoamérica, el Estudio Iberoamericano de Eventos Adversos (Ibeas) evaluó entre 2007 y 2009 la seguridad en la atención en los hospitales de la Argentina, Costa Rica, Perú, Colombia y México, y llegó a incluir a 11.379 pacientes de 58 hospitales.