Nudo a Nudo, Cindi, Veteranos y la comuna con niños de barrio Laura
Una tarde cargada de color, alegría, juegos y una rica merienda. Muy buena respuesta de las familias en los festejos para la población infantil. El espacio está sumamente cuidado y adaptado para la recreación.
El Merendero Nudo a Nudo que todos los fines de semana atiende a un importante número de chicos del barrio Laura recibió a diferentes instituciones de la ciudad y al municipio para compartir los festejos por el Día del Niño.
La convocatoria, con muy buena respuesta por parte de las familias, se llevó a cabo en el amplio playón y salón de usos múltiples con el que cuentan en la barriada.
Hasta allí llegaron los funcionarios del área de Acción Social, quienes coordinaron diferentes actividades con Deportes para la recreación y divertimento de los más chicos, al tiempo que hicieron aportes de insumos para la elaboración de productos.
También estuvieron presentes los integrantes del Centro de Veteranos de Guerra y Familiares de Caídos en Malvinas, quienes sirvieron una merienda caliente.
Antes de ello, llegaron representantes del Centro Integral del Discapacitado quienes hicieron la entrega formal de casi cien budines, elaborados por ellos mismos en el Taller Protegido de Producción, en el área de la panadería, y además fueron provistos de carteles alusivos al festejo y algunos regalos.
"Están super entusiasmados y ahora quieren seguir elaborando más. Durante toda la semana trabajaron mucho y este es el resultado de su esfuerzo y dedicación", dijo la directora del Taller, María Rosa Salmeri.
Con 15 integrantes
Germán Gómez, uno de los miembros, desde hace ocho años, del Merendero Nudo a Nudo dijo que desde la Sociedad de Fomento del barrio Laura, nos trasladamos en su momento al salón de Frater.
"Todos los domingos, a las 9.30, nos reunimos (jóvenes de entre 17 y 24 años), preparamos el desayuno, luego nos trasladamos al playón municipal y hacemos actividades como fútbol, básquet, delegado y aprovechamos la placita. Luego regresamos al salón y al mediodía servimos el almuerzo", comentó.
Se lamentó que el número de niños, desde el inicio de la tarea hasta ahora, haya crecido, pero es una realidad.
"La verdad que es feo decirlo y también es complicado ver cuando se abren nuevos merenderos. Es triste. Pero la realidad no se puede tapar con nada. Empezamos con unos 15 menores, luego eran 30 y hoy son casi 50", dijo.
Mencionó que por lo general son niños que viven en el barrio Laura. No obstante, hay quienes por cuestiones familiares residen en forma permanente en otros lugares, como el barrio Luiggi o el Gaudi, "y vienen los fines de semana a este sector porque están con la madre o el padre".
"Nosotros no le decimos que no a ninguno de ellos. Es abierto a todo lo que necesiten. No preguntamos de que barrio son. Además, hacemos campañas para atender otras necesidades, más allá de los alimentos. Por ejemplo, recolectamos ropa de abrigo y en el inicio escolar pedimos útiles".
"También la gente del barrio plantea sus inquietudes y nosotros tratamos de solucionarles los problemas. Tenemos un nexo muy cercano con los vecinos. Todos los domingos tenemos una historia nueva. Tal vez a una familia se le prendió fuego la casa y vamos a colaborar con lo que podamos. O a veces nos dicen que otra familia necesita cinco pulóveres y allí estamos para ayudar", dijo Gómez, quien integra el grupo de unos 15 adolescentes.