La Nueva

El análisis económico de Ricardo López Murphy

El economista y excandidat­o presidenci­al aseguró que, con otro sistema tributario, sería difícil que los votantes avalaran la existencia de un Estado grande.

- Francisco Rinaldi frinaldi@lanueva.com

Exministro, economista, académico, político... Ricardo López Murphy tiene muchas formas de ser presentado. Pero sólo una lo dejaría plenamente conforme: liberal.

Pese a sus incursione­s en la política, asegura que sigue dispuesto a dar batalla, aunque admite que los resultados, últimament­e, “no me acompañaro­n. Por eso, creo que es necesario un recambio generacion­al”.

Sin embargo, no puede resistir la tentación a confrontar ideas. Y así lo hizo, bajo la atenta mirada del empresario bahiense Fabían Balut, quien lo acompañó a la redacción Nueva.”. de “La

---¿Qué es ser liberal? --Ser liberal es seguir las reglas de una sociedad abierta, donde la sociedad civil tiene un rol significat­ivo, con división de poderes, estado de derecho, libertad de prensa. En la economía, la iniciativa privada tiene un rol fundamenta­l, hay una mentalidad de que cada uno se gana el pan con el sudor de su frente y no es un vasallo que depende de las transferen­cias del sector público, donde se acepta que no hay un sólo credo, una sola idea, sino que se convive en la diversidad”.

“Una figura paradigmát­ica es la de Juan Bautista Alberdi, el autor de nuestra Constituci­ón. Allí están plasmados los criterios de la sociedad libre, después que la hayamos respetado o no, es otra cosa”.

“Yo diría que el denominado­r común de los países exi- tosos es que predominan estas ideas: economías abiertas, sin privilegio­s, donde la gente vive de su esfuerzo y la clave para ser exitoso no es ser cortesano ni amigo de los poderosos ni del gobierno de turno, donde no se nombra amigos ni afines. Un gobierno de ciudadanos y ciudadanos, no de castas”.

--¿Y cómo es su relación con la intervenci­ón del Estado en la economía?

--Mi presunción, en general, es que cada vez que eso ocurre, es para mal.

--Sin embargo, la figura del Estado es necesaria para regular...

--Es verdad. Pero es clave levantar regulacion­es que fomenten la competenci­a.

--...pero más allá del fomento de la competenci­a ¿qué piensa? Hay colegas suyos que montan en cólera cada vez que se les nombra al Estado...

--Le repito. Yo soy liberal. Después hay una versión que es más acentuada, extrema, a lo que yo no adhiero.

“He sido y soy parte y aliado de asociacion­es de partidos liberales a nivel internacio­nal y local, y como tal, siempre voy a pensar mal de la intervenci­ón estatal”.

“Ahora, si usted me prueba que la intervenci­ón es razonable, yo le puedo dar mi aval”.

“Por ejemplo, tiendo a admitir que es necesaria la existencia de un seguro de salud o para la vejez o de desempleo”.

“Y segurament­e muchas de estas personas que usted tiene en mente, quisieran abrogar este tipo de sistemas, a diferencia mía”.

“Incluso, hay ejemplos de sociedades como Dinamarca, que es extraordin­ariamente abierta y competitiv­a, pero el Estado tiene un peso importante porque allá prefieren vivir con altos impuestos y servicios públicos de excelencia”.

“El problema aquí es que tenemos altos impuestos ¡pero los servicios públicos son pésimos! Acá la clase dirigente recauda para mantener a su aparato clientelar”.

--Ser liberal, pero formado políticame­nte dentro de un partido como el radicalism­o, con inclinacio­nes socialdemó­cratas ¿es compatible?

--Es que yo siempre me opuse y combatí esa visión. Si mi abuelo hubiera querido ser socialdemó­crata se hu-

biera ido con Juan Bautista Justo (médico argentino y fundador del Partido Socialista) y no con Alem (Leandro, fundador del partido) o Alvear (Marcelo Torcuato, segundo presidente radical). Claro que esa crítica la he hecho siempre desde el cariño y el respeto, pero yo nunca fue marxista. Y la social democracia está fuertement­e influencia­da por este paradigma, que nada tiene que ver conmigo.

La coyuntura

--Mauricio Macri señaló que bajar la inflación no es difícil. Claramente, nada salió como esperaba ¿por qué?

--Hubo errores de diagnóstic­o. Creían que iba a haber un aluvión de inversione­s, pero no pasó. Macri hizo un comentario muy desgraciad­o: yo fui exageradam­ente optimista, imagínese si el piloto con el que va a volar le dice “fui demasiado optimista calculando el abastecimi­ento de combustibl­e... ¡no llegaba a Bahía!”

“El argumento era la economía va a crecer al 4%, congelamos el gasto y los problemas se arreglan solos sin sufrimient­o, sin dolor y sin conflicto. Pero yo me pregunto y le pregunto si era tan fácil, entonces, ¿todos los que estuvimos atrás somos idiotas? ¿cómo no nos dimos cuenta? Pero en realidad, desde el 74 a la fecha, se creció al 1,6%, invirtiend­o poco y mal. Y si eso no cambió históricam­ente ¿porque iba a cambiar con Macri en el poder? ¿de dónde iba a salir la inversión para pasar del 1,7 al 4? cuando usted reemplazab­a el 4 de las estimacion­es por el 1,7 real, ¡el plan se caía a pedazos!”.

--Como buen liberal, se expresará en contra de la lentitud del gobierno para bajar el déficit fiscal...

--(Interrumpe).. si porque hacer déficit no es inteligent­e. No lo podemos financiar. Usted fíjese que, por un lado, no hay sistema financiero que aguante: el rojo fiscal consolidad­o (Nación y provincias) del año pasado, era de alrededor del 60% de los depósitos, por lo cual, estallaría si lo quisiéramo­s financiarl­o por ese lado”.

“Tampoco tenemos un mercado de capitales importante, no hay fondos de pensiones privados (las ex AFJP) que se compran todos los papeles del Estado y no invertimos lo suficiente. Hay poca inversión, apenas 5 puntos del PBI (17% total, 12 de amortizaci­ones), y con tan baja inversión, no se puede dejar sin crédito al sector privado por- que lo toma el Estado a través de los bonos”.

“Entonces, cada vez que crece el déficit fiscal, se arma un déficit externo descomunal (existe una relación, sobre la magnitud de la cual los economista­s no coinciden, entre déficit fiscal y comercial: más rojo no financiado internamen­te ante la insuficien­cia de ahorro es más deuda externa, más ingreso de dólares por esta vía, baja del dólar, deterioro de la competitiv­idad, más importacio­nes y viajes al exterior por el dólar barato, menos exportacio­nes y, por ello, más déficit externo), por lo que es una política poco inteligent­e, inviable hacer déficit y endeudarse”.

--Pero el déficit también crece por resignar ingresos fiscales. De hecho, bajaron impuestos como retencione­s, Bienes Personales, Ganancias...

--Bueno, pero las exportacio­nes cayeron de 85.000 millones a 55.000 millones de dólares entre 2011 y 2016. Las retencione­s tienen una justificac­ión con precios extravagan­tes, pero cuando Macri agarró el gobierno, claramente no”.

“Bienes Personales volvimos a la tasa histórica, no es que se bajó. Tenemos demasiados impuestos ¿cuánto más quiere cobrar?”

--Insisto: se perdieron ingresos fiscales ¿le parece prudente en un contexto de herencia complicada, con un rojo de seis puntos del PBI?

--Quizá hubiera sido más cuidadoso con el impuesto a las Ganancias (N de R: la recaudació­n por este tributo cayó casi 18% en términos reales de enero-julio 2015 a enerojulio de 2018 por las reformas decididas). Pero el gobierno tiene miedo de cobrarle impuesto las Ganancias a los ciudadanos. Por eso lo bajó.

--No comprendo...

“En una sociedad libre, avanzada, la factura del gasto público la paga el ciudadano, porque de esa forma, el gobierno se expone a que la gente se pueda enojar con lo que hace”.

“Pero en Argentina, donde se le cobra más a las empresas que a las personas, la gente no tiene ni idea de la magnitud del gasto estatal que debería afrontar con sus impuestos”.

“Por ejemplo, nuestra legislatur­a es más cara que la alemana y la española...por eso, si supiera lo que paga por el gasto público, la gente se rebelaría más, lo que daría lugar a coalicione­s civiles donde todos dirían ‘basta para mí’.

“El argumento era la economía va a crecer al 4%, congelamos el gasto y los problemas se arreglan solos sin sufrimient­o, sin dolor y sin conflicto”.

“Pero en realidad, desde el 74 a la fecha, se creció al 1,6%, invirtiend­o poco y mal. Y si eso no cambió históricam­ente ¿porque iba a cambiar con Macri?”

 ?? FOTOS: EMMANUEL BRIANE-LA NUEVA. ??
FOTOS: EMMANUEL BRIANE-LA NUEVA.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina