Arquitectura. La importancia en la forma en que se pueden terminar los techos.
La terminación de los techos puede mejorar de manera sustancial la capacidad de aislación de la ciudad
No es difícil verificar que las denominadas "islas urbanas de calor" son una realidad, cuyas consecuencias son perjudiciales para el que camina por los centros urbanos, para los habitantes de edificios y viviendas.
Cada isla urbana de calor afecta a las ciudades de la escala de Bahía Blanca, es una de las causas del cambio climático y tiene consecuencias directas sobre la salud y el consumo de energía. Para mejorar esta situación se vienen desarrollando iniciativas de generar dos alternativas: los techos blancos y los techos verdes.
Techos blancos
El efecto isla de calor es la diferencia de temperatura registrada en la ciudad, producto de la absorción y liberación de calor por parte de las grandes superficies de as- falto y hormigón, los sistemas de refrigeración y los automóviles.
Esta mayor temperatura promueve el uso masivo del aire acondicionado, liberando aún más calor. Este fenómeno aumenta la frecuencia e intensidad de las lluvias, el agua recorre las superficies impermeables de techos y calles, sin la posibilidad de escurrir o ser absorbida por las plantas.
El sol del verano recalienta las superficies oscuras, generando corrientes de aire ascendente de hasta medio metro por segundo, provocando smog.
Blancos
Así como el uso de ropa de colores claros ayuda a mantenernos fresco en un día soleado, los techos blancos reducen la temperatura de la superficie y del interior.
Se utilizan pinturas con pigmentos especiales que reflejan la luz solar, cuentan con protección UV y son impermeables.
Entre los beneficios se cuenta reducir el consumo de energía y extiende la vida útil del techo.
En verano, la diferencia entre un techo blanco y uno oscuro puede de 50 ºC.
Se estima que un techo blanco de 100 m2 compensa la emisión de 10 toneladas de CO2 a lo largo de su vida útil.
Techos verdes
Otra alternativa, con varios beneficios, son los techos verdes.
La cubierta vegetal aporta una aislación térmica superior a la de los techos blancos, sobre todo en invierno. Capturan CO2 mediante el proceso de fotosíntesis.
El pasto o vegetación actúa como un filtro biológico, atrapando las partículas presentes en el aire.
Retiene el agua de las primeras lluvias, liberándola lentamente, aliviando las redes pluviales y contribuyendo a evitar inundaciones. Aporta un espacio de recreación saludable y hasta permite tener una huerta orgánica.
Mejora la eficiencia energética y la calidad de vida de sus ocupantes y que no encarece sustancialmente el costo de una nueva construcción. El agua captada por los techos es almacenada en un tanque cisterna y reutilizada para el propio riego del techo y las plantas.
Un estudio indica que los techos blancos son tres veces más eficaces que los verdes para combatir el cambio climático. Ambos mantienen a los edificios frescos, pero los verdes ahorran más energía, debido a la evaporación de las plantas, mientras que en el invierno, ayudan a mantener el calor .