La Nueva

Facturas: 6 claves para saber cómo operaban las usinas bahienses

DETALLES EXCLUSIVOS DEL INFORME QUE PRESENTÓ LA AFIP EN BAHÍA BLANCA

- INFORME REVELADOR Redacción de La Nueva. info@lanueva.com

Mientras el Juzgado Federal N° 1 reanuda la ronda de indagatori­as que se inició con Lázaro Báez, por el “delito precedente” del . entramado de corrupción K, “La Nueva ” accedió a un documento vital para el proceso. Ejemplos de facturacio­nes absurdas, nuevos nombres bajo la lupa y el circuito del dinero.

El informe que las autoridade­s de la AFIP le entregaron la semana pasada a la Justicia Federal de Bahía Blanca, en el marco de la causa por la asociación ilícita fiscal que lideraría Lázaro Báez, concluye que la investigac­ión judicial estuvo paralizada más de un año, que existió una "colonizaci­ón" de todo el aparato de control del Estado y una "clara y manifiesta actitud disvaliosa" de exautorida­des del propio organismo de ingresos públicos para permitir la millonaria evasión. "Una suerte de 'protección' en el peor sentido del término", se indica.

Pese al hermetismo judicial, Nueva." "La tuvo acceso al análisis -de 69 fojasque firman Jaime Mecikovsky, subdirecto­r general de Operacione­s Impositiva­s del Interior de la AFIP y Camilo Manuel Merino, director de la regional con sede en nuestra ciudad. Ambos funcionari­os entregaron la prueba en mano al juez federal Nº 1, Walter López Da Silva, días antes de iniciar la ronda de indagatori­as que hoy sigue.

El magistrado investiga el llamado "delito precedente" del entramado de corrupción K, a partir de la intervenci­ón de tres grandes grupos de usinas de facturas de nuestra ciudad, que ha- brían facilitado la acción a la firma Austral Construcci­ones, pertenecie­nte a los Báez.

El escrito -que será clave al momento de definir la situación procesal de los 14 acusados- evalúa la documentac­ión que fue resultado de 5 allanamien­tos y está contenida en 86 cajas.

Es didáctico sobre la modalidad delictiva, señala ejemplos contundent­es acerca de la sobrefactu­ración, marca la cadena de responsabi­lidades que no intervino por acción u omisión y abre el camino hacia otros sospechoso­s. De qué se trata, en 6 puntos clave:

Facturas truchas, bienes y servicios, tipos de usina

La facturació­n apócrifa es una maniobra clásica en la que se simula la prestación de un servicio o la venta de un bien que genera una salida de dinero real, pero por conceptos diferentes a los contabiliz­ados, dado que en verdad el servicio no se presta o el bien no se entrega. En ocasiones el emisor simula el cobro para luego devolver parte de los fondos. Desde 2000 hubo una utilizació­n masiva de facturació­n falsa en la obra pública de todo el país. La mayoría de la facturació­n falsa se refiere a servicios, porque es más difícil para la AFIP probar su falta de prestación. Son clásicos los casos de facturació­n falsa en publicidad, asesoramie­nto empresario, diseño y elaboració­n de sistemas informátic­os. Para demostrar una maniobra organizada es necesario sumar una serie de indicios graves, precisos y concordant­es, como si el proveedor tiene infraestru­ctura comercial y financiera para los servicios; si cuenta con los bienes de uso y el personal necesario o si puede demostrar la contrataci­ón de terceros. Los fondos provenient­es de la facturació­n falsa se han ido perfeccion­ando hasta llegar a verdaderas "ingeniería­s financiera­s", transfirie­ndo títulos de la deuda pública, acciones o en el caso de la obra pública, la cesión de los certificad­os de obra. Los tipos de usina son: Duplicador­a de facturas (formalment­e existentes y activas, que duplica sus comprobant­es a los efectos de generar créditos/gastos en sus clientes), Empresa desactivad­a (firma real que ha discontinu­ado su actividad sin tramitar la baja. También contempla la doble actividad), Sin capacidad económica (no demuestran solvencia para prestar servicios o bienes, no detentan consumos eléctricos que se correspond­an con la actividad ni tienen inmuebles acordes) y Sin capacidad financiera (no tienen capacidad financiera para soportar niveles de prestacion­es que han facturado, no poseen cuentas bancarias y no registran préstamos). El efecto directo sobre la base imponible es de 56% del neto facturado (35% de Ganancias y 21% de IVA). Es decir que, por cada 100 pesos de facturas falsas, el Estado pierde 56.

Cómo era el entramado en la ciudad

Del análisis surgen que dos grupos de empresas. Cada uno, vinculado por lazos familiares y organizado­s, facturaban servicios a una empresa hegemónica: Austral Construcci­ones. Uno de los grupos estuvo constituid­o por Constructo­ra Patagónica Argentina (CPA), Vialinvert y Ferreyra Constructo­ra Vial. El otro lo constituía­n Calvento, Grupo Penta y Terrafari. CPA y este segundo grupo facturaron supuestos servicios milloobjet­ivo narios a Austral y luego disminuyer­on sus bases imponibles (IVA y Ganancias que no estaban dispuestos a afrontar) con pretendida­s operacione­s con otras empresas vinculadas (Iberoameri­cana de Servicios). "Construyer­on un entramado de facturació­n parcial o totalmente falsa, con destino a Austral Construcci­ones, y que se originaba y organizaba parcialmen­te en Bahía Blanca, ya que el requerimie­nto inicial o el origen estaría en Río Gallegos", dice.

“Cuevas”, cooperativ­as y distribuid­oras

"Por esta situación proliferar­on en el país cuevas financiera­s, disfrazada­s muchas veces con el ropaje de mutuales y cooperativ­as con 'patentes de corso' -que ni el Banco Central ni la Unidad de Informació­n Financiera (UIF) controlaba­n- así como, en menor medida, las distribuid­oras de bebidas o cigarrillo­s que, por operar con quioscos que venden al consumidor final por importes menores, disponen de efectivo, situación que les permitía cambiar el cheque de la gran empresa", se explica. También la participac­ión de financiera­s permitían el canje de los cheques recibidos girados sobre las cuentas de titularida­d de Austral, convirtien­do en efectivo parte de los fondos de los pretendido­s gastos de servicios inexistent­es o sobrefactu­rados. "Es otra operación que no guarda coherencia, ya que un cheque corriente termina siendo 'descontado' en una financiera, pagando intereses, gastos administra­tivos, IVA, es decir generando gastos innecesari­os. La única razón que podría motivar esa operación a pérdida sería el de evitar la trazabilid­ad del cobro", sostiene la AFIP.

¿Vista gorda?: auditores, bancos y justicia

"En alguna de las puntas (del lado de empresas que no manejan efectivo habitual y a veces del lado de la recepción del dinero) debería haber algún banco para generar esos volúmenes permanente­s de billetes. Forzozamen­te ese banco no habrá sido siempre el mismo y no puede no haber rastros al respecto. Los bancos son también sujetos obligados a informar a la UIF. Los movimiento­s permanente­s de efectivo por parte de las empresas debieron haber llamado la atención y debieron haber sido reportados. Salvo que hubieren sido parte activa del mecanismo", afirman Mecikovsky y Merino. También apuntan contra los contadores de las empresas (fedetarios públicos) y los auditores internos y externos, que dictaminar­on sobre los estados contables y están "en inmejorabl­e posición para informar a la justicia cómo justificar­on contableme­nte las salidas de dinero de las empresas". Estos delitos no hubieran sido posibles "sin la complicida­d activa o pasiva de quienes ejercieron como autoridade­s del Banco Central, del Instituto Nacional de Asociativi­smo y Economía Social (INAES)", que de haber llevado adelante las tareas de control que les correspond­e "deberían haber detectado esas maniobras". Lo mismo

que algunos "segmentos importante­s" de la Justicia: "No se observa en el lapso que media entre el desplazami­ento del doctor Santiago Ulpiano Martínez (mediados de 2015) y el nombramien­to del doctor Walter López Da Silva (fines de 2016) se hubieren implementa­do acciones que, de concretars­e, podrían haber evitado el perfeccion­amiento de las maniobras con facturas falsas".

¿Hay otros nombres bajo la lupa?

Además de Báez padre e hijo y los empresario­s que conformaro­n los 3 grupos de usinas de facturas de Bahía, del análisis de la AFIP surgen nuevos nombres que podrían quedar bajo la lupa. O al menos que pueden aportar informació­n. Uno de ellos es el de la contadora Natalia Franulic, de Constructo­ra Patagónica Argentina, quien para el periodo fiscal 2011 suscribió informes del auditor de una fundación vinculada a una universida­d de Santa Cruz, que hoy es objeto de una investigac­ión. También figura de qué manera Franulic realizó las declaracio­nes juradas del impuesto a las ganancias para diferentes sociedades vinculadas al contador de los Kirchner, Víctor Manzanares -fue detenido el año pasado- y cómo se asoció, a través de él, con Daniel Muñoz, fallecido secretario privado de Néstor Kirchner, y Roberto Baratta, mano derecha de Julio De Vido y ligado a la causa de los cuadernos. Por la documentac­ión reunida, también está bajo sospecha Federico Toninelli, abogado allegado a Lázaro Báez e hijo de Rubén, quien fuera director de la DGI (2008/2015) y está procesado en otra causa, junto a Ricardo Echegaray, por el encubrimie­nto de la maniobra. "Ya se probó que Federico Toninelli se presentó defendiend­o usinas y empresas directamen­te vinculadas a estos negociados, tanto en las direccione­s Oeste, Microcentr­o y Resistenci­a (sucesión de Adelmo Biancalani), el emprendimi­ento de Lázaro Báez en tierras de (Jorge) Capitanich. Ya se probó también al menos uno de sus viajes en el avión privado de Lázaro Báez", advierten. Por último, se localizaro­n dos facturas emitidas por uno de los grupos de usinas de facturas locales por el alquiler anómalo de un departamen­to ubicado en Caronti al 100, donde figuran los domicilios de Vialinvert y Ferreyra Constructo­ra.

Ejemplos de facturacio­nes absurdas

* La factura más antigua de las analizadas (documento 164, caja 43) es por el alquiler de dos topadoras D8K, con fecha del 14 de julio de 2007, a 60 mil pesos cada una, de Constructo­ra Patagónica Argentina (CPA) a Austral Construcci­ones. Sin embargo, en otro documento (185, caja 86) figura que topadoras de la misma marca, en 2008, fueron adquiridas a 41.322,31 pesos. "Sin poder afirmar que se trata de las mismas topadoras, vemos que CPA alquiló por un mes en 60 mil pesos una máquina que en el mercado adquirió a 41.322,31 pesos". Además ese alquiler fue facturado, en principio, por Calvento a CPA en 42 mil pesos (documento 116, caja 26), siendo que Calvento carecía de bienes de uso.

* Del documento 150, caja 57, surge un presupuest­o de alquiler de topadoras dirigido al ingeniero José Carlos Pistán, de Austral Construcci­ones. Pistán es propietari­os de Vialpd, que presuntame­nte le alquilaba maquinaria­s a CPA. "Es decir que quien evaluaba la propuesta de alquiler de Austral es presunto propietari­o de una empresa que no solo se dedica al mismo rubro sino que le provee de maquinaria­s al oferente. Aparece como poco verosímil que quien cumplía importante­s funciones en una de las constructo­ras más importante­s del país tuviere una empresa de alquiler de máquinas viales en un domicilio en CABA, que no pudo ser localizado, y más inverosími­l aún si su función es controlar a los contratist­as que le alquilan equi- pos a su empleador", argumentan.

* Calvento (documento 213, caja 17) facturó, el 10 de junio de 2009, a Constructo­ra Patagónica Argentina (CPA) por "Ejecución de proyecto de dptos. para vivienda familiar 1 y 2 dormitorio­s, diseño, CD autocad, planos, costos e inversión", por 7.651, 40 pesos. De todo ello surge que Calvento "no tenía la infraestru­ctura y logística, así como la capacidad económica y expertise comercial" para "diseñar edificios de departamen­tos, realizar los planos y el flujo de fondos de la inversión" sin disponer de los recursos ni el personal para hacerlo.

* En la factura 1405 (documento 41, caja 57), del 31 de agosto de 2006, Calvento le alquila a CPA una motonivela­dora y le vende aceite y líquido refrigeran­te a CPA. "Más allá de recordar que Calvento no dispone de maquinaria­s, aceite o líquido refrigeran­te, es ajeno a cualquier lógica económica suponer que una empresa como CPA, que desarrolla su actividad en Santa Cruz, adquiera para sus máquinas el aceite y el líquido refrigeran­te en Bahía Blanca y a un pretendido revendedor".

* En marzo de 2011, por trabajos de "terraplén y enripiado" en la ruta 39, Austral, con la firma de Pistán, extendió el certificad­o Nº 11, por 1.861.464 pesos, a Grupo Penta que, según los estados contables a ese año solo tenía como bienes de uso dos camionetas de cierta antigüedad, un carro para combustibl­e, una soldadora y un grupo electrógen­o (documento 90, caja 67A).

* En el domicilio de Terrafari hallaron talonarios de formulario­s usados para el movimiento de equipos con membrete de Austral Construcci­ones (documento 69, caja 23) y notas con el mismo logo. "Denota la estrecha relación entre Terrafari y Austral, que excedería lo normal", señalan.

* La orden de intervenci­ón 658.100 seguida a Iberoameri­cana de Servicios fue archivada por la regional Mar del Plata (agosto de 2013), pese a que la fiscalizac­ión había detectado el uso de facturas falsas por más de 10 millones de pesos. Archivó las actuacione­s y las giró a la regional Microcentr­o. Esa situación aparece como "coordinada".

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FOTOS: RODRIGO GARCÍA-LA NUEVA.

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