Avanzan las obras de la planta depuradora cloacal de la Primera Cuenca
Las instalaciones de la Primera Cuenca, que reducirán el aporte de contaminantes al estuario de nuestra ciudad, deberán entrar en funcionamiento en los primeros meses de 2019.
Pese a las restricciones presupuestarias en materia de obra pública, continúa en plena ejecución la nueva planta depuradora de líquidos cloacales Primera Cuenca.
El proyecto ya evidencia un avance de obra del 65 por ciento, aunque si bien las instalaciones deberían estar operativas durante el primer trimestre del año próximo, todo hace prever que dicho plazo se extenderá un poco más.
En medio de la reciente discusión originada acerca del grado de contaminación de las aguas del estuario local, las obras no dejan de ser un buena noticia, sobre todo por ser la emisión de líquidos cloacales sin tratamiento una de las mayores causas de contaminación, sino la primera.
Si bien la nueva planta, al no realizar un tratamiento completo de los efluentes, contribuirá parcialmente a reducir la contaminación del estuario, en caso de concretarse otras etapas previstas podrá realizar una depuración total de los líquidos cloacales.
En tal sentido, hasta ahora no ha habido avances en torno al posible aporte de las empresas del Polo Petroquímico para completar las fases 3 y 4 de tratamiento, ambas necesarias para que los líquidos puedan ser reusados por las industrias, tema este del que se viene hablando desde hace años.
Un largo proceso
El proyecto, licitado en diciembre de 2015 por la anterior administración de ABSA y adjudicado por la actual en abril de 2016, tiene un presupuesto de casi 1.100 millones de pesos, equivalentes en el momento en que se llevó a cabo la licitación a 72,6 millones de dólares.
Se trata de una iniciativa por la que viene bregando desde hace años la Unión Industrial de Bahía Blanca (UIBB), proceso que incluso llevó a la definición del proyecto técnicos y diseño por parte de la compañía israelita Mekorot SA, la operadora 5 de Septiembre y Consulting and Technologies.
Incluso las nuevas instalaciones se levantan sobre las realizadas por OSBA en la década de los 90 y que incluyeron un tren de tratamiento primario destinado a la separación física de los elementos de mayor tamaño por medio de un sistema conformado por rejas y tamices.
Al poco tiempo dejó de estar en funcionamiento por las diversas roturas y una notoria falta de mantenimiento.
La nueva planta supone el reacondicionamiento del tratamiento primario original --completamente obsoleto-y la incorporación de un tratamiento biológico secundario con remoción de nutrientes.
Estas dos procesos en los 2.500 m3 por hora de efluentes cloacales que se reciben, generados por unas 75 mil conexiones cloacales.
La futura depuradora ten- drá un gran tamaño, está ubicada en un predio de 20 hectáreas y ocupa actualmente 300 empleados, entre obreros, técnicos y administrativos.
Su emplazamiento a 10 kilómetros de la ciudad, recostada sobre la ruta 252, hace que los bahienses estén ajenos a la misma.