En septiembre, una familia necesitó 35.120 pesos para abonar bienes y servicios
El cálculo considera las pautas de consumo de un grupo familiar de ingresos medios, tomando en cuenta solamente las marcas más económicas.
Una familia de cinco integrantes y con ingresos medios tuvo que gastar casi un 34 por ciento más en un año para poder acceder a una completísima canasta de bienes y servicios en la ciudad, cuyo valor final cerró en 35.119,80 pesos, considerando exclusivamente las variedades más económicas y de menor calidad disponibles en las góndolas bahienses.
El costo es estimado por el Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA) que arrojó además que la denominada Canasta Económica, al incrementarse el 33,73% entre septiembre de este año e igual mes de 2017, evolucionó por encima de la Canasta Superior -se calcula tomando los mayores precios de góndola, es decir, sólo primerísimas marcas- y la Estándar (productos de nivel intermedio). Ambas, también en el noveno mes, subieron 30,82% y 31,76% respectivamente.
Según los técnicos del Centro local, la suba de la canasta que considera las variables más baratas (segundas marcas y marcas bajo precio) es más alta con relación a sus similares menos económicas (marcas premium y primerísimas marcas) obedece a que las primeras carecen de posibilidades de sustitución.
De esta forma, ante la suba de un precio, la alternativa a comprar una segunda marca no existe, pero si se puede pasar de una primera a una segunda si el consumidor se enfrenta a la misma situación.
Los valores finales tanto para la Canasta Superior como Estándar fueron 42.758,60 y 50.901,70 pesos respectivamente, siempre de acuerdo con el Centro de Estudios local.
El hecho de que la Canasta Económica suba por encima de las otras dos es una clara muestra del carácter regresivo de los procesos inflacionarios, ya que la misma está asociada a los consumos de las clases menos pudientes de la sociedad local.
Vale destacar que ninguna de las tres canastas debe ser utilizada para medir pobreza.
“Un aspecto a destacar es la amplitud de la canasta usada como base para el cálculo: aun cuando no deja de representar un consumo básico, incluye más productos y variedades que la mayoría de las canastas que suelen publicarse en los diversos estudios (Canasta Básica Total de INDEC, Canasta de Consumo de la Dirección General de Estadística y Censos CABA, entre otras)”.
“Este rasgo la torna en un indicador representativo del consumidor tipo, y no una medición del gasto básico de una familia (no se puede utilizar para medir línea de pobreza)”.
“Es por esta misma razón (y por el hecho de estar estimada para un grupo familiar de cinco miembros) que su valor suele exceder, en alguna medida, al del común de las estimaciones”, alertan desde el CREEBBA.
Las tres Canastas que confecciona el Centro de estudios local incorporan el consumo de bienes durables, el que se prorratea mensualmente.
Otras categorías de bienes, como la indumentaria, también son relevadas con costos más elevados con respecto a otras mediciones más básicas.
La inflación bahiense
En el noveno mes del año, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se aceleró fuertemente en la ciudad, de acuerdo con los datos del Centro de Estudios local.
El promedio general de precios minoristas avanzó un 5,3% con respecto al mes anterior registrando la suba más importante de los últimos cuatro años y medio. Incrementos de tal magnitud encuentran los antecedentes similares más recientes en febrero de 2014 (5,3%).
Con este resultado, la inflación acumulada en la ciudad transcurridos nueve meses de 2018 alcanza el 30,6% mientras que la variación interanual evidencia un incremento general del 38,2% respecto de septiembre 2017.
El 5,3% de septiembre se agrega al 4,1% de agosto.
Durante el mes de septiembre último en Bahía Blanca, el mayor aumento a nivel capítulos tuvo lugar en Alimentos y Bebidas con un fuerte incremento del 6,7%. Se trata del aumento más importante registrado en este capítulo desde mayo de 2002.
Las alzas más destacadas tuvieron lugar en cereales y derivados (11,7%); alimentos semipreparados (10,6%); aceites y grasas (10,4%); frutas frescas (9,8%); infusiones (8,6%); condimentos (8,2%); leche, productos lácteos y huevos (8,2%); carnes (6,5%); bebidas sin alcohol (6,3%); azúcar, dulces y cacao (5%); alimentos preparados y listos para consumir (3,9%) y verduras, tubérculos y legumbres frescas (3,7%).
Bienes y servicios varios se ubicó en segundo término con una suba del 6,5% influenciada por aumentos del
11,5% en artículos de tocador descartables, 7,8% en artículos de tocador, 4,3% en cigarrillos y 3,1% en servicios para el cuidado personal.
Como es usual, desde el CREEBBA monitorean mes a mes los precios de algunos alimentos indispensables de la canasta familiar.
En términos interanuales, el que se lleva todos los aumentos en septiembre fue la harina común de trigo, que pasó de valer 13,22 pesos por kilo en el noveno mes de 2017 a los actuales 33,75 (+155,2%), seguida de los fideos secos (+94,2%) y el arroz (+92,1%).
Malas noticias
El economista y expresi- dente del Banco Nación Carlos Melconian vaticinó que los próximos doce meses serán “duros” para el país, con bruscas caídas del salario y el consumo, y cuestionó la emisión de Letras de Liquidez (Leliq) por parte del Banco Central para absorber pesos del mercado.
Melconian consideró que “si de verdad” se quiere ir a una inflación de 20% en 2019, “va ser una recesión muy dura”, con una fuerte caída del salario.
“Caída de salario implica caída de consumo. El último salto del PBI fue en el primer trimestre de este año”.
“Ahora se vienen cuatro trimestres duros. La referencia es a la etapa de fines de 2007 y comienzos de 2008, cuando la actividad llegó a caer 7% algunos meses”, enfatizó Melconian, al disertar en una conferencia organizada por una empresa de seguros Insur y la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba.
En ese marco, el economista insistió: “El programa de gobierno fracasó, la herencia fue un desastre y el primer acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no generó los resultados esperados”.
“El nuevo programa es exigente para poner plata, las medidas fiscales, monetarias y cambiarias son para que corrijas los 3000 millones de dólares que compraba mi tía: para que escupan dólares”, añadió.
Y ejemplificó: “Córranse que me hago cargo, esa es la historia del Fondo. El ministro de Hacienda y el presidente del Banco Central toman mate y pasan una vez al día, a las 17, y mandan a Washington una planilla”.
“No hay oposición, porque si no, es para hacerse un picnic. Esa es la suerte con la que (Mauricio) Macri compensa lo que recibió”.
Por otra parte, cuestionó la emisión de Leliq que realiza el Banco Central: “Se está criando de a poquito el primo hermano del monstruo. Guarda, no te las vas a poner de sombrero a las Leliq”.
En cuanto al mercado cambiario, comentó: “no sabemos hacia dónde va. Si baja la demanda, tendremos menos necesidad de oferta”.
Nuevas críticas
El economista Juan Carlos de Pablo cuestionó las tasas “estrafalarias” que ofrece el Banco Central, por entender que a un nivel tan alto no pueden estar varios meses.
“La duración (de las tasas altas) es muy importante. No es lo mismo tener una tasa estrafalaria un fin de semana que varios meses”, enfatizó.
En ese sentido, evaluó: “si la tasa es 72%, la gente dice no voy a tomar ese crédito. Si vos tuvieras durante x número de meses la tasa al 72% y vos querés que las deudas se paguen, la tasa de inflación tiene que ser parecida a esa”.
“En el mismo momento en que ponés la tasa al 72% vas con Precios Cuidados y le decís usted no puede aumentar el precio de la muzzarella más del 15% y la tasa es 72. El tipo te entrega la llave y se va”, ironizó.
La inflación acumulada transcurridos nueve meses de 2018 alcanza el 30,6% mientras que la variación interanual evidencia un alza del el 38,2%”.
El economista Carlos Melconian vaticinó que los próximos doce meses serán “duros” para el país, con bruscas caídas del salario y el consumo”.