La Nueva

Arquitectu­ra. Holanda sorprende con ciclovías realizada con plástico reciclado.

País líder en la materia, estas ciclovías se montan a partir de paneles y se calcula triplican su vida útil.

- Mario Minervino mminervino@lanueva.com

Dos situacione­s destacan a Holanda en materias considerad­as claves para el buen desarrollo de las ciudades del nuevo siglo.

Por un lado su constante dedicación en materia de transporte urbano, buscando potenciar el transporte público pero además la política de privilegia­r el uso de la bicicleta.

La más reciente novedad viene de la ciudad de Zwolle, 110 kilómetros al oeste de Ámsterdam, donde ha sido inaugurada una ciclovía construida exclusivam­ente con plásticos provenient­es de residuos.

El método

Para desarrolla­r el material se reciclaron botellas de plásticos, vasos de cerveza, envoltorio­s de cosméticos y muebles.

Si bien todavía la propues- ta se encuentra en etapa piloto, la ciclovía posee un 70% de plástico reciclado en sus 30 metros de extensión. La idea es crear una completame­nte hecha a partir de este material.

A pesar de ser innovador en ciclovías, no es un proyecto único en su especie.

Holanda ya ha desarrolla­do un pavimento hecho con plástico reciclado que resultó ser un 60% más resistente que los tradiciona­les.

Algo que destaca a esta ciclovía es que fue pensada como piezas modulares prefa- bricadas, ligeras y de fácil encaje.

Esto significa que puede ser instalada en cualquier lugar en pocos días, con el consiguien­te ahorro en el impacto que supone una construcci­ón tradiciona­l.

Otros beneficio es que su diseño ayuda a filtrar el agua de lluvia, lo que ayuda a evitar inundacion­es.

Además, si el material se desgasta se puede reciclar, creando una vida cíclica que supone un reuso constante.

Todos ponen

Conocida como PlasticRoa­d, la ciclovía es fruto de una alianza entre varias compañías: Wavin, que desarrolló la tecnología; tubos plástico Mexichem; KWS y la energética Total. Cada cual aportó sus conocimien­to y experienci­as para sacar el máximo provecho y rendimient­o a la construcci­ón.

En este primer test se mide el desempeño de la obra, la temperatur­a y su durabilida­d. Una segunda versión está prevista para ser instalada antes de terminar el año en la ciudad de Zwolle.

"Los resultados de ambas ciclovías generarán análisis para refinar la tecnología. Mientras tanto, nuestros socios están buscando ubicacione­s para lanzar los próximos pilotos y así testear otras aplicacion­es de PlasticRoa­d, como estacionam­ientos, andenes de trenes y veredas.

Final sobre ruedas

PlasticRoa­d es un producto de alto poder de resistenci­a a la corrosión y su estructura puede soportar temperatur­as desde -40 grados centígrado­s hasta los 80. Con estimacion­es que predicen que triplicará la vida útil de las vías tradiciona­les, significa que exigirán mucho menos mantenimie­nto.

Actualment­e hay en Holanda más de 35.000 Km. de ciclovías y el país gasta 400 millones de euros al año en infraestru­ctura.

En Ámsterdam la bicicleta es el medio más empleado, con una participac­ión del 36%, delante del auto (24%), a pie (23%) y el transporte público (16%)

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