Suman medidas para evitar los diplomas truchos y sus riesgos
El peligro de adulterar un título universitario se potencia con el acceso del falso profesional al campo laboral. Como el insólito caso de un exalumno de la UTN Bahía Blanca que se hizo pasar por ingeniero mecánico, llegó a un alto cargo en Vialidad Nacio
Cualquiera puede adulterar un documento público y asumir los riesgos, aunque no muchos llegan tan lejos como Aldo Martín Solano.
Se trata de un exalumno de la Facultad Regional Bahía Blanca de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), que se hizo pasar por ingeniero mecánico y alcanzó un alto cargo en el Distrito 20 de Vialidad Nacional, en la provincia de Río Negro. Se cree, incluso, que participó en la construcción de obras, hecho que agrava el delito.
La adulteración de diplomas universitarios es cada vez menos usual, porque se incrementaron las normas de seguridad, pero aún existe, según reconoce el doctor Ariel Fernando Egidi, secretario Legal y Técnico de la UTN.
“Se dieron 5 o 6 casos en los últimos 6 años en nuestra facultad, todos fuera de Bahía, pero ninguno llegó tan lejos como Solano”, admite.
En los últimos días, el Tribunal Oral Federal de General Roca condenó al exestudiante a una pena de 2 años de prisión en suspenso e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos.
Le imputaron falsificación de documentos públicos y fraude a la administración pública porque durante un año y medio (entre 2013 y 2015) cobró en su sueldo una remuneración extra por título profesional, con un perjuicio global de casi 40 mil pesos.
“Las normas de seguridad han ido evolucionando y tiende a ser más difícil la adulteración de diplomas, aunque en este tipo de hechos no depende del sistema universitario sino de quien contrata a una persona con un título trucho, sin hacer una consulta previa para despejar dudas”, explica Egidi.
Desde la UNS aseguran que al menos en los últimos 20 años no tuvieron casos de este tipo porque asumieron una política rigurosa en materia de seguridad e incluso desde el año que viene sumarán otras que harán los títulos virtualmente inviolables.
Había cursado solo 10 materias
Se estableció, durante la reunión del Consejo Directivo de la UTN Bahía Blanca del 7 de julio de 2016, que Solano había ingresado como alumno de la universidad en el año 2000 y que había aprobado apenas 10 de las 43 materias de la carrera Ingeniería Mecánica -tiene una duración de 5 años- hasta que abandonó.
La copia del diploma que presentó ante Vialidad fue rellenada a mano -certificada por la escribana Daniela Pappatico, de Viedma, según consta en el fallo que firma el juez Alejandro Adrián Silvay presentaba adulteraciones evidentes.
“Nos llamó la atención por lo burdo. De hecho, la gente del Consejo Directivo (de la UTN) no podía creer que esa adulteración haya pasado los filtros de Vialidad”, sostiene el secretario universitario.
Los casos anteriores fueron detectados por cuestiohablando nes técnicas o la existencia de firmas de funcionarios que no estaban en el cargo al momento de la supuesta emisión del diploma.
“Tuvimos otros dos que también son llamativos: un supuesto profesional que entró a trabajar en la empresa Caterpillar en Río Grande y otro que incluso llegó a matricular su título trucho ante un colegio profesional de Chubut”.
“Una cosa es una empresa privada, pero otra es una institución pública, que debiera cerciorarse si los títulos son reales. Supongamos que Solano intervino en alguna ruta y que esa ruta tiene algún defecto constructivo, cómo hace Vialidad para justificar que la obra no estaba a cargo de un profesional. La gravedad es alta cuando estamos de una institución pública”, subraya Egidi.
“Tengo entendido que trabajó en rutas”
La facultad bahiense de la UTN tomó conocimiento del caso cuando un medio periodístico de Río Negro hizo una consulta, en medio de una investigación por la construcción de rutas en esa provincia.
“Llegamos al tema casi de casualidad cuando nos preguntó un periodista, con Solano ya trabajando en Vialidad. De alguna manera puso superar los filtros del área de Recursos Humanos. Después vinieron a Bahía dos personas de Vialidad, entre ellas el gerente de Recursos Humanos, y presentaron la denuncia penal correspondiente.
¿Se pudo establecer si trabajó en la construcción de caminos?, se le pregunta a Egidi. “Tengo entendido que sí, aunque nosotros nos abocamos a investigar la cuestión académica”, responde. Ese dato no fue posible confirmarlo a través de Vialidad.
En el organismo nacional Solano entregó el falso título el 13 de octubre de 2011, meses después de su ingreso laboral (primero se presentó como estudiante avanzado de la UTN). A mediados de 2015, en el marco de la puesta en vigencia de la nueva es-
Durante el allanamiento en la vivienda de Solano, en Viedma, la policía secuestró otros 5 diplomas falsos, también atribuidos a la UTN.
tructura orgánica de Vialidad, ascendió: lo propusieron desde la jefatura distrital Río Negro como jefe de la sección Equipos y así fue nombrado.
Hasta ese momento, según el informe oficial, “se encontraba desempeñando correctamente y con idoneidad las funciones que el puesto requería”.
Sobre fines de 2015 se conoció la denuncia, que derivó en las actuaciones sumariales de rigor y ya en enero de 2016 se le suspendió preventivamente el cobro de la bonificación que recibía por título universitario y se le quitó la facultad de firmar documentos de la sección Mantenimiento de Equipos.
En el juicio se declaró confeso
Durante el juicio, el frustrado profesional, que tiene 36 años y vive en la capital rionegrina, confesó su autoría.
No irá preso, porque la pena de 2 años es de ejecución condicional, aunque tendrá que cuidarse de no incumplir distintas reglas de conducta, como no ausentarse de su casa sin aviso, someterse al control del Patronato de Liberados y abstenerse de usar drogas o abusar de bebidas alcohólicas, a fin de evitar posibles efectos que lo expongan a situaciones de conflicto.
Todavía tiene que responder en el juicio académico, que quedó en suspenso porque presentó carpeta médica. Con la condena penal que se produjo en General Roca, la UTN envió una carta-documento a su psiquiatra para que confirme si está en condiciones de reanudarlo.
De ser así, seguramente será expulsado de la Facultad Regional Bahía Blanca y no podrá reintegrarse nunca más al sistema universitario argentino.
“No cabe otra sanción que no sea la expulsión; es una falta grave”, confirma Egidi.
De todas maneras, no tendría intención de retornar al ámbito educativo: hoy Solano figura como monotributista autónomo, dedicado a la venta por menor en quioscos y polirrubros.
Delivery que llegó a la ciudad
A principios de 2013, una cordobesa se comunicó con un instituto educativo de nuestra ciudad para aclararle que, por un supuesto error, no había recibido su analítico de secundario a distancia sino el de otro alumno. Su sorpresa fue mayúscula cuando le advirtieron que ni ella ni la otra persona figuraban como estudiantes de la entidad.
Conocida la situación, confesó que había acordado la “adquisición” del título a través de un correo electrónico: titulosadistancia@hotmail.com.
Ese caso trascendió y desde Nueva.”
“La hicimos la prueba. Con un mail falso, elevamos la consulta de rigor y ra- tificamos la existencia de una “industria” virtual del título trucho, como también se había descubierto en otros lugares del país.
Un tal “Carlos” nos reconoció que tramitaban títulos secundarios con modalidad a distancia, de un instituto “real”, y que eran “legalizados en el ministerio de Educación y en el ministerio del Interior, todo con sus papeles correspondientes”.
Nos pidió, de concretarse el acuerdo, llenar un formulario de inscripción. La demora sería de una semana.
En el caso del nivel medio, cotizó el título a 1.350 pesos más gastos de envío, ya que te lo llevan a la puerta de tu casa a través del Correo y se abona contrarrembolso.
“No hay gastos adelantados, se paga cuando se le entregan los papeles”, advertía “Carlos”.
En la postdata recalcaba que no había que rendir nada, que se podía pagar con tarjeta o en efectivo y llamativamente amplió la oferta: “también títulos universitarios, 6.000 pesos y terciarios, 3.500 pesos”.
Desde el punto de vista judicial, no se conocieron novedades en este sentido.