Bahía, la ciudad que se extiende
En los últimos cincuenta años, el ejido urbano -es decir, las tierras donde se ubican viviendas- ha aumentado un 300 por ciento.
HEMOS DADO cuenta el año pasado de la curiosa circunstancia registrada en un encuentro nacional organizado por el Colegio de Arquitectos, donde se presentó a nuestra ciudad como el peor ejemplo de crecimiento urbano en el país.
LA CRÍTICA apuntaba a su crecimiento en extensión, es decir que la mancha urbana crece de manera desproporcionada con el aumento demográfico, de manera que se generan decenas de nuevos asentamientos o barrios alejados del centro.
EN LOS últimos 50 años, el ejido urbano -es decir, las tierras donde se ubican viviendas-, ha aumentado un 300%, mientras que la cantidad de habitantes apenas creció un 85%, con lo cual no existe una proporción adecuada entre ambos porcentajes.
CADA AÑO se tiene una menor densidad, menos habitantes por metro cuadrado, mientras que se va imponiendo el modelo de ciudad que se extiende en territorio antes que en concentración. Si bien estos dos modelos de ciudad son todavía motivo de debate y discusión, no hay dudas de que no es beneficioso crecer de manera anárquica.
UN ESTUDIO de alumnos de la Facultad Regional de la Universidad Tecnológica Nacional dado a conocer en una nota publicada por este diario en su edición del 14 de octubre, puso en evidencia una de las consecuencias de esa manera de crecer.
DE ACUERDO al mencionado trabajo, los bahienses deben destinar el 25% de sus ingresos a traslado, como consecuencia de instalarse alejados del centro ante la necesidad de una movilidad permanente, tanto en transporte particular como público.
ESTO SUPONE un mayor consumo de combustible, más contaminación, más gasto, más exigencia a los caminos y la necesidad de obras de pavimentación que lejos están de poder ser contempladas a partir del presupuesto municipal.
EN LOS países desarrollados y en ciudades más compactas, el costo del traslado diario se ubica en el 5% de los ingresos familiares (de acuerdo a un estudio de la Comisión Económica para América Latina), mientras que en ciudades más extensas alcanza el 15%. Bahía Blanca está por encima de esos valores.
HECHO ESTE diagnóstico, es importante analizar y estudiar la situación. Modelar una forma favorable de ciudad y establecer pautas para su crecimiento. De manera que el bien común prime sobre el hoy desordenado modo de crecer.