La competitividad-precio de la economía, bajo el efecto de las bandas del BCRA.
Un estudio privado enuncia que aún en el supuesto de que el dólar bajara hasta su piso de 34 pesos por unidad mantendría un nivel equivalente al alcanzado en el año 2011, mientras que si rozara el techo, al del año 2007.
La pobre performance exportadora a largo plazo de Argentina tiene varias explicaciones. Desde un punto de vista más estructural, pueden mencionarse sus serios problemas de competitividad, que pueden observarse tanto por la posición general que ocupa el país en los rankings internacionales, como por la evolución a largo plazo en dicha variable.
Por caso, Argentina ocupaba la posición 70 (en una muestra de 144 países) en el Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial en el año 2006, posición que empeoró 36 posiciones en los años siguientes.
Otro factor explicativo muy importante para el magro desempeño exportador argentino ha sido la alta inestabilidad macroeconómica, que se reflejó especialmente en una elevada volatilidad del Tipo de Cambio Real (TCR), variable fundamental para determinar la rentabilidad de las actividades de exportación.
El TCR es un precio relativo clave para determinar la evolución de la actividad entre bienes transables y no transables.
Argentina ha sido el país con mayor volatilidad de TCR del mundo en el período 1950 – 2010.
Con continuos y profundos cambios de precios relativos entre sectores de bienes transables y no transables, resulta imposible generar una expansión sostenida de las exportaciones con mayor valor agregado, como el crecimiento económico del país requiere. La estrategia exportadora requiere previsibilidad de precios relativos.
Por los motivos mencionados, resulta importante analizar cómo ha quedado la situación en materia de competitividad cambiaria en Argentina, tras la fuerte depreciación del peso ocurrida desde el segundo trimestre de 2018.
Si bien no se puede asegurar que la corrida haya terminado y que hayamos entrado en un período de pax cambiaria, en lo que sigue se evaluará cómo han quedado posicionados los precios relativos de Argentina respecto a otros países del mundo, primero desde el precio clave para la macroeconomía, como lo es el TCR.
Tras varios meses de corrida cambiaria, en que la moneda estadounidense llegó a cotizar 42 pesos, tras las últimas medidas en materia fiscal y monetaria, el Tipo de Cambio Nominal (pesos por cada unidad de divisa extranjera) ha tendido a ubicarse algo por debajo del centro de la banda cambiaria fijada inicialmente (34 – 44 pesos).
En tanto, el TCR bilateral con el dólar estadounidense, sobre una base igual a 100 en 2001, se encuentra actualmente en un valor de 154,8, similar al nivel que exhibía en el período 2007-2009, cuando aún teníamos superávit gemelos.
El TCR bilateral con Brasil, nuestro principal socio comercial, se encuentra aproximadamente en niveles de 2004, 2009 y 2011, año este último cuando Argentina alcanzó el techo de su crecimiento (a partir de 2011, el PIB per cápita sube los años impares y baja los pares, con una tendencia decreciente a largo plazo).
El resultado de la elección brasilera es clave para la Argentina por el intercambio comercial en ambos países (parte real) y por la reacción de los mercados que, si lo hacen de modo pisitivo, podrían apreciar el real y mejorar la competitividad cambiaria argentina.
El TCR multilateral (que mide el TCR con diferentes monedas, ponderadas por la participación de éstas en el comercio con Argentina) se encuentra en niveles de 2009 y 2011, por debajo del nivel observado en 2007, pero un 71% arriba del año 2001.
Bajo iguales supuestos en materia de inflación (ceteris paribus) podemos observar qué valores asumirían los distintos TCR en caso de que el dólar toque las bandas de flotación.
Lo más interesante a resaltar es que el TCR multilateral estaría muy próximo a niveles de 2007, en caso de que el dólar se acerque al techo de la banda de flotación, y cerca del TCR de 2011, si el dólar baja hasta el nivel de la banda inferior. (*) Instituto para el Estudio sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana de la Fundación Mediterránea.