Bahía Basket dio un paso clave en Mar del Plata para avanzar en el Súper 20
Bahía Basket le ganó de visitante a Quilmes, por 65 a 52, en el inicio de la Reclasificación, al mejor de tres.
“Nos dicen que nos olvidemos del resultado, pero todos queremos ganar, sabemos que es un playoffs; hoy (por ayer) entramos con esa mente. Tenemos hambre de revancha contra este equipo”.
Así resumió José Materán cómo empezó Bahía Bahía Basket la serie Repechaje –al mejor de tres- ante Quilmes, al que venció 65 a 52 de visita.
De esta manera podrá definir en el Casanova (ver aparte) y avanzar a la próxima instancia, ante San Lorenzo.
Una vez más, la intensidad defensiva resultó clave. Un primer cuarto con una primera línea muy activa y congestionando en la pintura, sirvieron para cortar el circuito ofensivo local. Quilmes chocó y sumó 7 pérdidas. Adelante, Bahía encontró gol en Martín Fernández (2-3 en t3) y Gerson (3-3 en t2).
Bahía inició el 2C sin gol y lo peor fue que tomó malos tiros. Careció de dinámica de pases y fue demasiado profundo con el balón, chocando más que jugando.
Necesitaba un equilibrio entre la velocidad y el control. Y lo consiguió a partir de la defensa. Porque le hizo un nudo al ataque quilmeño, direccionando el juego para donde le convenía, doblando en situaciones puntuales y cortando en las descargas. Así generó 12 pérdidas, (en el primer tiempo), obligó a que tomara malos tiros (3-15 en t3), le dominó en rebotes (2316), corrió y metió.
“Lo que podemos rescatar como más positivo es la defensa en conjunto: todos corrimos y bajamos rebotes. Lo trabajamos mucho”, destacó el venezolano. Ese ritmo intenso poco a poco frustró a Quilmes y agrandó a los dirigidos por Sepo, que potenciaban su línea de juego y ya sacando 20 de luz en 3m35 del complemento. De todos modos, una defensa zonal los confundió.
“Lo negativo de este partido fue que nos trabamos por momentos. Tenemos que tratar de jugar más en movimiento”, justificó. Lo bueno es que el equipo aprendió a tener paciencia para generar el hueco y desafiar a la defensa.
Los 17 de diferencia con los que entró al 4C, para un equipo con oficio eran muchos. En el caso de Bahía generaba dudas respecto de cuánto los valoraría. Y el equipo mostró madurez. Mantuvo la intensidad atrás y adelante amenazó permanentemente rompiendo y descargando, para sacar la máxima de 24 restando 4m15. Bahía mostró una mejor cara que su rival durante todo el juego y regresó 1-0. Mañana lo esperará en casa, con ganas de más…