Encadenadas del Oeste: desde Suárez objetan el informe de consultoría
“Los productores no somos tenidos en cuenta”, dijo Guillermo Urruti, titular de la SR. “Se gasta dinero para beneficio de un solo pueblo”, agregó.
El estudio técnico respecto del futuro plan de manejo del sistema de Las Encadenadas del Oeste, realizado por una consultora y que se conoció en los últimos días, ya comenzó a provocar un (esperado) debate.
“Cuando se hacen estos análisis uno comprueba que se gasta dinero y más dinero, pero solo para beneficio de un solo pueblo (NdR: en alusión a Carhué), y no para beneficio de todos”, sostuvo Guillermo Urruti, presidente de la Sociedad Rural de Coronel Suárez.
El estudio, realizado por la firma ABS SA, prevé recomendaciones respecto de un nuevo programa, tras las inundaciones de hace poco más de año y que afectó —y enfrentó— a los distritos de Guaminí y Adolfo Alsina.
Más allá de las cuestiones técnicas, Urruti también se mostró molesto por la forma en que conoció parte del informe técnico.
“Nos enteramos por
Esa es la verdad”,
Nueva. La
sostuvo. “Habíamos quedado, por junio o julio del año pasado, en que el Comité de Cuencas iba a contratar a una consultora para que se encargue del estudio. Ahí nos prometieron que iban a venir a Suárez y que se iban a reunir en la intendencia y en la SR”, relató.
“¿Por qué? Porque teníamos un estudio de la INA (Instituto Nacional del Agua) de 2014, donde se analizó toda la cuenca del Sauce Corto y queríamos presentárselo a la consultora. Refiere a un momento de grandes lluvias en las sierras, cuando nos tapó el agua”, agregó.
“Ahí se indica cuántos metros cúbicos vienen y cuáles son los arroyos que participan en la cuenca del Sauce Corto. Hidráulica lo recibió recién el año pasado. ¡Pero nunca vinieron (del comité) y ahora aparece este informe!”, repasó.
Urruti también dijo que no tiene idea de dónde se obtuvieron los datos actuales.
“El tema no es menor, ya que nosotros somos el principio de la cuenca Las Encadenadas y el más importante, porque mandamos el agua de las sierras, entre las propias Encadenadas y el Vallimanca”, detalló.
—¿Qué tema es el más preocupante para la SRCS?
—El informe aconseja desviar el arroyo Pigüé directamente a la laguna Del Monte, así como hacer un bombeo al revés, de Guaminí a Cochicó, pero ¿se hizo ese estudio? Porque el agua de Del Monte es salada al lado de Cochicó; es decir, el agua de Cochicó se puede usar para regar, pero la de Del Monte no.
“La otra pregunta es que a la laguna Epecuén la quieren mantener con la cota 93. Pero esa cota es cuando estaba el pueblo, que no se inundaba, pero una vez que desapareció se expropiaron tierras para poder hacer el reservorio y que el agua estuviera ahí. Eso volverá al pasado”.
—¿El informe es vinculante para alguna decisión o solo para que se considere en la futura reunión del Comité de Cuencas?
—No es vinculante, pero ni siquiera sabemos cuándo es la próxima reunión. Nos debemos un debate en esa instancia con premura, más allá de que no se perderá tiempo si las cosas se hacen bien.
“Hoy no estamos en un problema de inundaciones, sino que venimos de una sequía importante. El agua está alcanzando con lo justo, pero si aparece un fenómeno El Niño, como sucedió en junio del año pasado, habrá dificultades”.
—¿El intendente Roberto Palacio participa de las reuniones?
—Normalmente va. Pero lo cierto es que la mayoría de los que integran la cuenca (NdR: Daireaux, General La Madrid, Suárez, Saavedra, Pringles y Puan) no asisten, sino que mandan a otros funcionarios. Tampoco participan las fuerzas vivas agropecuarias, y ese es el problema más grave que hay, porque cuando se toman decisiones siempre lo hacen los intendentes.