Genera muchas dudas la poda de árboles en el Parque de Mayo
Decenas de eucaliptus fueron intervenidos en los últimos días, pero especialistas alertan sobre riesgos futuros.
La imagen es impactante y sorprende a quienes habitualmente pasean por el Parque de Mayo.
Más de 60 eucaliptus fueron “acortados a unos 6 metros de altura” a la vez que les podaron sus ramas. Solo quedaron filas de troncos sin ramificaciones. Los más elocuentes se pueden ver a escasos metros de las canchas de sóftbol, ubicadas en el interior del principal paseo público de Bahía.
Días atrás el Municipio realizó la intervención, aunque pese a las reiteradas consultas. realizadas por “La Nueva ”, la titular del área, Elena Díaz Martínez, no respondió los llamados ni contestó los mensajes para explicar los motivos de los trabajos que se realizaron y el objetivo que se persigue.
En abril mediante un comunicado de prensa, el Municipio anunció que realizaría un “rejuvenecimiento” en más de 800 árboles –casi 700 eucaliptus-de diferentes especies del parque porque esos ejemplares estaban enfermos.
“Estas tareas posibilitarán un rebrote en el 80% de los mismos; el restante 20% podría estimarse como perdida esperable debido al grado de infectación e infestación que portan”, anunciaron.
Ante la falta de explicaciones oficiales, “La Nueva.”
consultó a especialistas de otras ciudades que en algún momento intervinieron en el espacio y de acuerdo a las imágenes enviadas por este diario cuestionaron las tareas realizadas.
“Es evidente que la poda de reducción de altura realizada sobre los eucaliptos del Parque de Mayo tuvo la intención del disminuir el riesgo. Sin embargo es importante señalar que el impacto paisajístico, fisiológico y sanitario sobre los árboles resulta negativo e irreversible”, opinó el ingeniero agrónomo Emiliano Cucciufo, docente del Departamento de Tecnología y Secretario de Extensión Universidad Nacional de Luján.
El profesional, que visitó Bahía para dar una charla sobre el tema en el Colegio de Arquitectos, opinó que por cómo se realizó la poda, la mayoría de los ejemplares rebrotarán vigorosamente pero con ramas mal ancladas y heridas abiertas que darán paso a plagas y hongos.
“Eso llevará a la pudrición de la madera”, señaló.
“En otros casos el estrés de la poda generará ejemplares muertos y decrépitos. En definitiva, en el mediano plazo, esta práctica generará arboles más peligrosos que antes”, sentenció.
Al mismo tiempo dijo que se podrían haber elegido medidas más paulatinas y de menor impacto.
“Algunas de ellas pueden ser podas sanitarias de ramas secas y enfermas; podas de reducción de peso de ramas horizontales para disminuir riesgo; raleo de ejemplares secos y decrépitos; restricción de acceso al público en zonas del parque con abundancia de esta especie; restricción de acceso durante días de vientos fuertes y tormentas y el reemplazo paulatino de Eucaliptos por especies nativas o adaptadas a la región”.
Maximiliano Matanella, otro ingeniero agrónomo bahiense que trabajó en el Municipio hasta el año pasado, cuestionó la poda y advirtió que el corte en los árboles no se realizó a 45 grados como debe hacerse y que eso generará la pudrición de los troncos.
“Todos están realizados paralelos al suelo y por esos cortes ingresara agua de lluvia y favorecerá la pudrición de los troncos y luego el ingreso de bacterias y hongos”, dijo.
“A los eucaliptos se les suele realizar una tala importante a baja altura para evitar el desarme natural de dicha especie. Lo que debe buscarse es formar una copa y poder guiar sus brotes, ya que luego de un corte, emergerán numerosos brotes y hay que elegir los mejores ubicados y eliminar el resto”, opinó.
Para resumir dijo que “no considero viable este tipo de intervención para favorecer a ese conjuntos de arboles, si no que es mas una sentencia a acelerar su decrepitud. A futuro, a lo largo de todo su tronco, saldrán brotes débiles que serán atacados por plagas y harán que los troncos se sequen”, opinó.