Los árboles y las podas, un tema que siempre vuelve
No es nuevo que la tala de árboles en veredas, plazas y parques genere enojo en la población, convencida de que son intervenciones inadecuadas UNA VEZ más, la intervención en el arbolado de la ciudad se coloca en el centro de las críticas, las dudas y las preguntas por parte de vecinos y profesionales.
NO ES nuevo que la tala o poda de árboles en distintos puntos, a veces en veredas, otras en plazas y parques, genere enojo en la población, convencida de que se trata de intervenciones inadecuadas, fuera de época, agresivas.
AHORA LA voz se levantó contra la poda de unos 60 ejemplares de eucaliptus del parque de mayo, que debido a su gran tamaño fueron cortados a unos seis metros de altura, dejando unos muy visibles troncos sin ramas, en una situación que no puede menos que llamar la atención
SIN DUDA una de las causas del impacto negativo de este tipo de intervenciones se relaciona con la poca comunicación por parte de la Municipalidad acerca de estas acciones. Es habitual que desde la dirección de Espacios Públicos se evite dar explicaciones sobre estas decisiones.
ES POCO menos que inaudito que nadie dé cuenta de una acción que afecta el arbolado que es propiedad de todos, que genera extrema sensibilidad en la sociedad ya que, en general, se tiene todo el derecho de conocer las razones de estas acciones.
HABITUALMENTE NO se ofrecen detalles de esos hechos. A veces de manera informal se mencionan enfermedades, árboles secos, afectaciones a la vereda, pero siempre en comentarios no oficiales, en declaraciones fuera de micrófono, como si no correspondiera dar mayores detalles de esas decisiones.
ADEMÁS SE tiene la particular situación de que, consultados profesionales en la materia, se coincide en señalar lo inadecuado de muchas de las podas, en las formas, en los alcances, en sus consecuencias.
INGENIEROS AGRÓNOMOS y forestales de la ciudad y de universidades no dudan en detallar las consecuencias que tendrá semejante intervención para la sobrevida del árbol.
BAHÍA BLANCA no tiene una política en arbolado urbano. Se asegura que existe un plan director, pero nadie lo conoce. Hay responsables en el municipio que no hacen comentarios ni contestan consultas. No debiera ignorarse que el arbolado es público y urbano. Que malas decisiones atentan contra la sociedad y que comunicar es una obligación.