En Suiza: torres de usos mixtos en tierras ferroviarias
Abandonadas durante décadas, comienzan a tomar valor terrenos vecinos a las estaciones de trenes.
La compañía nacional de ferrocarriles SBB es una de las mayores propietarias de terreno en
Suiza, con parcelas privilegiadas en todo el país. Un caso similar a las miles de hectáreas que el estado argentino posee en el país, heredadas de las empresas ferroviarias inglesas.
Este potencial inmobiliario, infrautilizado a lo largo de la historia, se ha desarrollado en los últimos años, densificando las zonas en torno a las principatas les estaciones.
El edificio Meret Oppenheim, en Gundeldinger, Basilea, se unió al proyecto Südpark —promovido también por SBB y construido por el estudio de arquitectura Herzog & de Meuron en 2012— y juntos contribuyen a la renovación urbana del barrio.
El estudio ganó el concurso para desarrollar esplantas dos parcelas. Ambas están conectadas con la pasarela que cruza las vías, de manera que entre ellas se crea un vestíbulo urbano de acceso a la estación y al centro de Basilea.
La torre
La torre es resultado de la apilación de volúmenes de diferentes tamaños.
Este concepto permite fraccionar su escala, adaptando las proporciones de cada alzado a los condicionantes del entorno, generando terrazas, plataformas y vacíos.
El diseño pasó por varias fases, en las que se ajusta el tamaño y la proporción de cada pieza: el volumen se escalona desde la máxima altura frente a las vías hasta la mínima frente a la trama histórica de la calle.
Cada uso concreto se vincula a un prisma: la cafetería y el restaurante se sitúan a nivel de calle, sobre ellos se apilan cinco de oficinas y los apartamentos ocupan el resto de los niveles.
Una serie de espacios exteriores, enmarcados por los numerosos retranqueos y voladizos, funcionan como terrazas de las viviendas y oficinas.
Un sistema de contraventanas plegables y deslizables define la imagen exterior del edificio. Cada pieza se construye a partir de una chapa de aluminio que se perfora para dar lugar a una malla que permite la visión y bloquea los rayos directos de sol.
El aspecto del edificio varía en función del punto de vista el momento del día ya que la incidencia de la luz o el viento transforman su apariencia y los usuarios pueden modificar la posición de las lamas metálicas a su gusto.