Un parque que todavía sigue en espera
El Parque Campaña al Desierto se recuesta sobre Fortaleza Protectora Argentina y avenida Cabrera y está abandonado a su suerte.
MÁS DE 70 AÑOS han transcurrido desde que el estado provincial expropiara 140 hectáreas en un sector privilegiado de la ciudad con la idea de establecer allí un parque público. Más de 70 años sin que nada se hiciera para conformarlo.
POR ESTAS HORAS, el propio intendente municipal, acompañado por concejales, funcionarios y allegados al partido Cambiemos dedicaron una mañana para limpiar parte del lugar, desbordado por basura que la propia gente arroja.
ES UNA ACTITUD acotada y de carácter más simbólico que efectivo, que pretende establecer un mensaje acerca del cuidado que se debe tener del espacio público, tierras que muchas veces al ser de todos terminan por no ser consideradas por nadie.
A LA HORA DE ser realistas, de poco y nada puede servir esa limpieza ocasional. Del mismo modo que sucede con distintas entidades que dedican su tiempo a recoger basura del arroyo Napostá o limpiar otros paseos locales. Se necesita que esa actitud sea sostenible.
EL BAUTIZADO Parque Campaña al Desierto se recuesta sobre Fortaleza Protectora Argentina y avenida Cabrera y está desde hace décadas abandonado a su suerte, sin una propuesta que lo vaya transformando, a pesar de tener un potencial único.
DE HECHO, CASI un 40% de la superficie se ha perdido, o al menos no será usada con su destino original. Son tierras donde se ha desarrollado Villa Miramar, una estación transformadora y varios complejos deportivos y sociales, todas cedidas mediante documentos sin valor legal.
DURANTE LA administración de Jaime Linares hubo una tarea de forestación y desde hace un par de años la municipalidad gestiona la titularidad del lugar, trámite que a pesar del tiempo transcurrido, nunca se concretó.
SI BIEN SE puede discutir la conveniencia de desarrollar un nuevo paseo cuando no se pueden mantener o mejorar algunos de los existentes (el caso del parque Independencia es emblemático), pero mucho peor es dejar el sitio en completo abandono y sin uso.
UN PROGRAMA DE intervenciones menores, un diseño integral, trabajos que se puedan desarrollar en etapas, pueden mejorar la vida de todos a partir de generar un espacio público único.