Juan de León, el gran constructor
Hace 88 años, en julio de 1931, falleció Juan de León, uno de los más prestigiosos vecinos de Ingeniero White, constructor y primer propietario de la hoy conocida casa Coleman, ubicada en la primera cuadra de la avenida Alem.
Una afección asmática obligaba a De León a dejar la ciudad todos los inviernos, en busca de un clima más propicio.
Aquel año eligió trasladarse a Catamarca, donde, de manera inesperada,
lo sorprendió la muerte.
Oriundo de las islas Canarias, España, De León llegó a la vecina localidad portuaria a fines del siglo XIX, “consagrando sus energías a las actividades portuarias como contratista estibador”, según señaló este diario en sus crónicas.
Su dedicación y trabajo le permitió forjar una muy buena situación económica.
Fue el primero en construir una vivienda de material en Ingeniero White y luego mando erigir un edificio de dos pisos en calle Guillermo Torres, cuya planta baja ocupó el Banco de Italia.
Pero, sin duda, su obra más valiosa fue el atractivo chalet que levantó en nuestra ciudad, en la primera cuadra de Alem, una calle que ya despuntaba su progreso y estaba llamada a ser el paseo por excelencia de los bahienses.
Allí se instaló a fines de la década del 20. Luego de su fallecimiento la siguió ocupando su hijo Fernando, el mismo que viajó a Catamarca a buscar y traer los restos de su padre para inhumarlos en el cementerio local.
Tiempo después fue adquirida por Arturo Coleman, máxima autoridad local del Ferrocarril del Sud, concesionaria del ferrocarril y del puerto, quien la habitó hasta su muerte, ocurrida en 1952.
Se la nombró desde entonces como “La casa Coleman”. Actualmente es propiedad del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que realiza actividades y muestras permanentes.