“Si me contaban que iba a vivir todo esto, hubiera dicho que me estaban mintiendo”
Tomás Chapero -18 años y 2m09- fue invitado a la preparación de la Selección en el Dow Center. Entrenó, jugó y disfrutó: “Todavía sueño con el alley oop”, aseguró.
ue campeón de Segunda con Pacífico; jugó la Liga de Desarrollo y 10 partidos de Liga Nacional con Bahía Basket; participó de un campus de la NBA en Charlotte, durante el All Star Game; jugó el Mundial 3x3 U18 en Mongolia; también, el Mundial U19 en Grecia. Todo en siete meses.
Llegó al país y lo invitaron a entrenar en el Dow Center con la Selección Mayor.
El jueves voló a Buenos Aires con la delegación nacional, se fue hasta Retiro, tomó el colectivo y enroscando sus 2m09 le clavó 10 horas a Vera, al norte de Santa Fe, para compartir
Ftodo esto en familia. No mucho, porque el 5 de agosto lo espera el inicio de la preparación para el Sudamericano U21.
“No paro, no lo puedo creer”, reconoce.
Tomás Chapero tiene 18 años y a los 15 armó el bolso para desembarcar en Bahía Basket, a más 1.100 kilómetros de sus afectos. “Si me contaban que iba a vivir todo esto, hubiera dicho que me estaban mintiendo”, confiesa.
El último martes, restaban 9m03 para el final del partido que jugó la Selección, en la apertura del Dow Center, y el pibe se dio el gusto de hacer un alley oop con Luca Vildoza. Enfrente tenía a Scola, Gallizzi y Garino, entre otros.
“Todavía sigo soñando con ese alley oop, je, je, je... Me queda alegría pura y el saber que di el máximo en todos los entrenamientos. Ante tremendos animales,
-se entusiasma- estuve más o menos la par”.
—A partir de tus 2m09 ilusionás,generásexpectativas y te van a dar las herramientas para que desarrolles todo tu potencial. ¿Sentís algún tipo de responsabilidad porque se ponga mucho el foco en vos?
—La presión no la siento desde afuera. Sé que tengo una altura envidiable, pero la presión me la pongo yo solo. Todos los días, durante esta semana, en cada entrenamiento me comparaba con Luis (Scola), que jugó en la NBA, Europa y bla, bla, bla. Y siempre intentaba ganarle en algo, aunque fuera un rebote. Me auto exijo solo. Y, acaso, hasta me cargo un poco la mochila, pero me eleva el nivel.
—¡Y tenés 20 años menos que él!
—¡Y tuve que defenderlo!
—En el día a día seguramente hablan otro idioma. Igual, ¿qué rescataste?
—Que mi cuerpo es mi trabajo. Lo que me dejó en claro Luis es que tengo que trabajar todos los días en la nutrición, en kinesiología, en la cancha y en el gimnasio para poder llegar a otro nivel. Y, además, en la consistencia, en el día a día.
—Me imagino que después de esta experiencia, te sentirás más grande de lo que sos.
—Sí, eso es verdad: me siento más grande de lo que soy. Pero, lo cierto es que
—Es verdad, soy bastante extrovertido. Lo que siento mucho es la defensa y el poder generar una asistencia o un espacio para otro. Para lo que me necesite el entrenador voy a estar.
—¿Alejarte del cesto te genera una complicación o lo disfrutás?
—Me gusta. De chico nunca me gustó el juego interno, aunque hacía diferencias por la altura. Siempre me sentí más cómodo jugando de frente, por más que no lo hiciera del todo bien.
—Los chicos altos suelen no tener el autoestima alta. ¿Siempre fuiste de confiar en vos mismo y estar convencido de lo que querías?
—Me acuerdo que a los 14 años le dije a mi papá (Andrés) que me quería ir a jugar a otro lugar, a entrenar más duro, mejorar y apuntar más alto. Cuando llegó la posibilidad de Bahía Basket insistí en irme. El trabajo más duro fue convencer a mi mamá (Evangelina). Desde entonces estaba con la cabeza dura, sabiendo que tenía que trabajar para mí.
—¿En Bahía te van marcando
y compañeros. Chapa sigue los pasos y los consejos del capitán Luis Scola. Tienen 20 años de diferencia, aunque lo escuchó y pudo disfrutarlo durante la semana que compartieron.
ILUSIONA, POR SU PRESENTE Y FUTURO
"Me siento más grande de lo que soy. Pero, lo cierto es que me cagaron bien a trompadas. Son bastante duros, je. Estoy muerto".