El sistema de construcción que gana terreno entre los bahienses
Especialistas opinan sobre la construcción industrializada, que acapara locales comerciales y se afirma para viviendas: sus bondades, sus casi nulas desventajas y la idoneidad de sus instaladores.
Basta con recorrer nuevos barrios de la ciudad para ver que ya no todas las casas se construyen con ladrillos. El color rojizo poco a poco les fue cediendo espacio a las vigas de acero y a las planchas color madera, dando pruebas de que un nuevo paradigma de construcción llegó, según parece, para quedarse.
Mientras que ingenieros y arquitectos se deshacen en elogios hacia la construcción industrializada – su nombre correcto--, advierten que “los defectos que se pueden encontrar responden más a la falta de idoneidad de las empresas que se aventuran a fabricar e instalar este sistema que a la tecnología en sí”.
“Mucho uso comercial”
Ricardo Kloster, presidente del Colegio de Ingenieros hasta el año pasado y actual representante del
"El sistema anda muy bien en la parte comercial, la mayoría de los locales nuevos se están haciendo así". (Ricardo Kloster)
mismo en el Consejo Superior Provincial de dicha rama, opinó que “si bien no tenemos cifras sobre el porcentaje que representa en la actualidad la construcción industrializada, por lo que transito las calles o lo que hablo con colegas, es un sistema que ha ido creciendo, tiene más variedad que antes y mejoró la calidad de los productos que se pueden realizar con esta tipología”.
Sobre el fin de las construcciones de este tipo, Kloster opinó que “anda muy bien en la parte comercial, la mayoría de los locales nuevos se están haciendo así y las ampliaciones de los ya existentes también, mientras que en viviendas me parece que todavía no avanzó tanto, tal vez la gente apunta a lo industrializado para una segunda casa, por ejemplo en Monte Hermoso o Sierra de la Ventana”.
Sobre los principales beneficios de la informalmente llamada “construcción en seco”, el director de la revista Obras y Protagonistas contó que “mientras una casa, teniendo todos los recursos económicos, con construcción tradicional demora mínimo 6 meses, con la industrializada se puede hacer en 50 días”.
Sobre la climatización de las viviendas de este tipo, el ingeniero manifestó que “teniendo todas las aislaciones que tiene que tener, rinden igual que las casas tradicionales y hasta mejor en algunos casos”.
“Lo que pasa en nuestro país es que todavía tenemos muy arraigada la cultura del ladrillo, y eso ha hecho que la construcción industrializada no tenga el desarrollo y la aceptación que debería tener. En otros países se la toma con mucha mayor naturalidad”, opinó el profesional.
“Abandoné el sistema tradicional”
Daniel Morón es arquitecto y asegura que ya hace 7 años decidió abandonar todos los demás sistemas de construcción e inclinarse por el industrializado, ya que el mismo “es realmente de lo mejor que hay, es la panacea de los sistemas conductivos y para colmo es más barato que el ladrillo”.
Para graficar los beneficios térmicos de la tecnología también muy conocida por su nombre en inglés, Steel Frame, Morón explicó: “¿Viste las casas de antes, que la gente dice ‘qué frescas’? Bueno, esas tienen paredes de 60 cm de espesor, que ya no se hacen más. Con el Steel Frame, en paredes de 17 cm de espesor logramos el rendimiento técnico que la construcción tradicional alcanzaría recién con una pared de 120 cm de espesor, algo que por supuesto no existe”.
Por otro lado, el arquitecto explicó que con esta metodología “no hay desperdicio de materiales, y si hablamos de costos totales, el ahorro es aproximadamente del 15 %”.
“La construcción industrializada eleva la jerarquía profesional, porque se hace todo en base a planos. De esta forma solo pueden firmarlos y dirigir obras ingenieros y arquitectos".
(Versión más extensa en www.lanueva.com).