Robó una moto, se cayó cuando intentaba escapar y terminó condenado
Facundo Athanassiev recibió una pena de 4 años y medio de prisión por un hecho registrado el pasado 13 de abril.
A principios de 2019, Facundo Athanassiev sorprendió a una joven en la zona de Villa Delfina, la amenazó colocándole una cuchilla en el cuello y la obligó a entregarle el celular y la moto en la que se movilizaba.
Pero nada le salió bien cuando pretendía escapar con el botín. Tuvo inconvenientes para poner en marcha el rodado de la víctima, y cuando por fin pudo hacerlo, a los pocos metros cayó al suelo y resultó lesionado en la espalda, siendo atrapado por la policía.
Tampoco le sirvió decir que unas personas con las que había estado poco antes le habían colocado pastillas en la bebida, lo que provocó que no tuviera conciencia de lo sucedido.
Los jueces del Tribunal en lo Criminal Nº 1, Hugo Adrián De Rosa, Ricardo Gutiérrez y Claudia Cecilia Fortunatti (subrogante), entendieron que Athanassiev fue el autor del frustrado robo y que comprendió lo que sucedió.
Por todo ello, le impusieron la pena de 4 años y medio de cárcel por el delito de tentativa de robo agravado.
Entendieron que durante el debate oral quedó pro- bado que el pasado 13 de abril, alrededor de las 21.30, en circunstancias en que Jaqueline Celeste Fritz se encontraba detenida con su moto en la vereda de calle Ecuador al 2200, Athanassiev la amenazó con la cuchilla y le sustrajó un teléfono celular y la moto Corven.
La joven describió que esa noche estaba circulando por la zona de Villa Rosario cuando advirtió que su moto hacía un ruido extraño y decidió ir a la casa de un amigo que es mecánico para que la revisara.
Dijo que el taller estaba cerrado y llamó al dueño, siendo sorprendida en ese momento por un ladrón que le apoyó una cuchilla en el cuello, aunque en un primer momento pensó que se trataba de una broma.
Describió que el ladrón la obligó a quedarse callada y entregarle sus efectos.
Mencionó que fue a buscar ayuda a una farmacia de la zona y que el delincuente estaba disgustado porque no podía poner en marcha la motocicleta.
También explicó que poco después advirtió que el individuo había caído del vehículo y había quedado a su lado el arma blanca utilizada para amedrentarla.
En este sentido, a preguntas de una de las partes, consideró que el joven cayó al suelo porque tenía la cuchilla en una de sus manos y habría perdido el equilibrio.
En el mismo sentido declararon los efectivos policiales que concurrieron al lugar, quienes en un principio habían sido alertados solo sobre la caída de un motociclista, aunque al arribar tomaron conocimiento del asalto.
Indicaron que Athanassiev se quejaba del dolor en la espalda, que hallaron el arma blanca en el piso y el teléfono de la víctima en el bolsillo de su pantalón.
Alcohol y pastillas
El imputado sostuvo durante la instrucción de la causa que ese día había cobrado unos 2 mil pesos por ordenar el patio de una vivienda, que tomó vino, cerveza y unas pastillas de clonazepam.
Comentó que se despertó en el hospital, que no recuerda nada de lo sucedido y que la cuchilla no era suya.
En el juicio relató circunstancias similares, aunque dijo que las personas con las que tomaba le habrían colocado pastillas en la bebida sin que se diera cuenta.
"El confronte de ambas declaraciones se observan contradicciones y que la brindada en el presente debate trató de acomodar sus dichos en su beneficio", se indicó en el fallo.
Finalmente, los jueces tampoco hicieron lugar a la posición del defensor, quien sostuvo que al momento del hecho Athanassiev se encontraba en estado de inimputabilidad por el consumo de bebidas y fármacos.
El imputado fue declarado reincidente, ya que había recibido tres sentencias en juzgados de La Matanza.