Hugo Paoletti: “El anhelo de reinaugurar el autódromo de Bahía Blanca es muy grande”
El titular de APAT observó el avance de las obras en el Autódromo Ezequiel Crisol de Aldea Romana y confirmó la llegada del Turismo Nacional el 23 de febrero de 2020, para la apertura del campeonato.
“Hoy el panorama es totalmente distinto, y eso nos da la posibilidad de confirmar el inicio de la temporada 2020 de Turismo Nacional en Bahía”.
Por tercera vez en menos de un año, Hugo Paoletti, titular de APAT, pasó por nuestra ciudad para observar e inspeccionar los avances en la obra del Autódromo Ezequiel Crisol de Aldea Romana, próxima a culminar.
Tal como se venía afirmando en crónicas pasadas, ello no es más que un indicio claro y concreto: la cercanía con el resurgimiento de la actividad deportiva mecánica en Bahía Blanca, tras una larga abstinencia de competencias.
“El anhelo de reinaugurar el circuito es muy grande, porque Bahía Blanca siempre ha sido una de las mejores plazas para el Turismo Nacional. Vinimos a observar muchas veces desde que se empezó a trabajar con Adrián (Saschrgorodsky) y Gustavo (Altuna) a la cabeza, y en algún momento hasta nos pareció imposible. De hecho, cuando vine en diciembre 2018, realmente no había nada”, cuenta Paoletti.
Pero a diferencia de su anterior paso por las instalaciones (no se habían iniciado tareas de asfaltado), Paoletti no dudó en ratificar la llegada de la divisional más federal del país a principios del año próximo.
“Hoy el panorama es totalmente distinto, y eso nos da la posibilidad de confirjante, mar -agregó- el inicio de la temporada 2020 de Turismo Nacional el próximo 23 de febrero aquí en Bahía Blanca. Falta muy poco para terminar la obra definitivamente, restan detalles como el playón de boxes, la entrada y salida del mismo hacia la pista y cuestiones estéticas. El autódromo está listo en un 85%”. La idea del mandamás del TN ya se había percibido meses atrás, cuando manifestó a ACAS Consultores y públicamente la voluntad de competir aquí lo antes posible.
—Preferible esperar y que las cosas se hagan bien. Ustedes tienen experiencia en esas cuestiones.
—Sí, absolutamente. Nos ha pasado que a veces, en el afán de inaugurar un circuito, acelerás las obras y no se terminan bien. Nos pasó hace poco con el circuito de San Jorge, donde se hizo una reestructuración muy grande, pero la obra no quedó terminada en un 100%. Se sacó todo adelante, pero ese tipo de situaciones no le hace bien a nadie. Es preferible esperar un poco más y venir con una obra terminada completamente.
—Algunos medios capitalinos dudaron de este proyecto. ¿Cuál fue su postura al respecto?
—Siempre confié. Si bien cuando vine el año pasado me decían que en mayo iba a estar todo listo, a lo que respondí que no se iba a llegar, se sabía que era cuestión de tiempo. Cuando afrontás una obra semetenés que hacer frente a muchos imponderables; por ejemplo, el clima adverso, que te puede retrasar muchos días. Voluntad sobró siempre, pero además se veía que se trabajaba intensamente y a consciencia, con todos los traspiés lógicos de una obra tan grande. Valió la pena esperar.
"También jugaron en contra los antecedentes. La política está metida de distintas maneras, y acá no fue la excepción en su momento", remarcó.
"Un personaje divino"
El próximo 12 de diciembre se cumplirán 9 años del último rugir de motores en el viejo y recordado Ezequiel Crisol de Aldea Romana.
Y fue curiosamente con el Turismo Nacional, que en aquella ocasión cerró su calendario alcanzado récord de público en aquel ciclo 2010 (más de 20 mil personas).
Fue inevitable a partir de esa estadística, no trasladarse en el tiempo y recordar a Ezequiel Crisol, uno de los motores de la actividad automovilística local.
"Ezequiel era un personaje divino. Cuando me enteré hace muchos años la edad que tenía, no podía creer el ímpetu y la energía que lo caracterizaba. Lamento que no pueda ver esto, pero el circuito lleva su nombre y eso no es poca cosa", remarcó.