Un bulevar para reencontrarse con el mar
Para los bahienses y los habitantes de la región, el puerto no deja de ser una zona enigmática o desconocida, que se visita de manera esporádica.
NO VAMOS a descubrir nada nuevo cuando afirmamos que Bahía Blanca vive de espaldas al mar. O, dicho en otros terminos, que es una ciudad marítima en la que pocas veces sus habitantes consideran el mar como una alternativa de paseo y recreación.
AL MENOS si se hace referencia al sector portuario, un área que caracteriza históricamente a la ciudad, el puerto de aguas profundas más importante del país, al que siempre se menciona como una puerta al mundo que la coloca entre las más destacadas del planeta.
SIN EMBARGO, para los bahienses y los habitantes de la región, el puerto no deja de ser una zona enigmática o desconocida, a la cual se visita de manera esporádica y en muchos casos sin saber de manera precisa a qué sitios se puede acceder, cuáles visitar, dónde estacionarse.
DE ALLÍ entonces el gran esfuerzo que están haciendo las autoridades del Consorcio de Gestión para mejorar esa relación, a partir de poner en valor algunos lugares emblemáticos de Ingeniero White y a reconvertirlo para que su uso se vuelva cotidiano y familiar.
ES EL caso de la intervención generada en el bulevar Mario Guido, un sitio que pretende ser una transición amigable y reconocible entre el paseo de la ciudad al puerto, un lugar que no sea de paso sino que también se convierta en sitio de estar, de encuentro, de familiarizarse con el lugar.
POR ESO se generaron sectores para la práctica deportiva, juegos para niños, sanitarios, un tratamiento parquizado y de paisajismo que aliente la permanencia, el encuentro, la activación de las relaciones sociales.
ADEMÁS DE conformar un motivo de atracción para que la gente concurra al lugar, puede ser la llave para reforzar algunas actividades a las que el bahiense está poco habituado, como la de dar un paseo en lancha por la ría, acercarse a ver el porte de los cientos de buques que llegan cada semana al lugar y hasta disfrutar de las lanchas de los pescadores.
EL PUERTO bahiense no es un sitio más. Es un emblema de la región y un espacio de características únicas.
EL DÍA que pierda su neto corte funcional y se convierta en un sitio de paseo, recreación y visita, seguramente habrá una relación entre partes que modificará ese viejo axioma de lejanía y espaldas encontradas.