Por primera vez, un espacio público recordará a una víctima de tránsito
Una plazoleta del barrio Patagonia Norte llevará el nombre de Matías Streitenberger, quien fue atropellado el 1 de enero de 2018 a pocos metros del lugar.
Por pedido de los vecinos del barrio Patagonia Norte --canalizado a través de la delegación municipal de Villa Harding Green-- una plazoleta de ese barrio llevará el nombre de Matías Streitenberger, el joven de 18 años vecino del lugar que falleció el primero de enero de 2018, atropellado por un automóvil, a pocas cuadras del lugar.
Por primera vez en la historia local, un espacio público recordará a una víctima del tránsito, en este caso a causa de una persona que conducía en estado de ebriedad, a una velocidad que duplicaba lo permitido.
El espacio verde está limitado por calles Salliqueló, Vicente Frolla, Sarratea y Azara, lugar donde en 2011 se construyó un playón polideportivo y que poco a poco se fue conformando como plaza por elección propia de los vecinos, pese a que a menos de 200 metros existe otra, aunque ya emplazada dentro de los límites del barrio
Los Horneros.
Como es habitual, al plantear una designación para un espacio público se consultó al Museo y Archivo Histórico, entidad que aprobó la propuesta.
La plaza designada fue un espacio destacado en la vida de Matías, un lugar donde pasó varias horas de su niñez y adolescencia.
El hecho
Eran poco más de las 3 del primer día de 2018 cuando Matías se disponía a cruzar la avenida Raúl Alfonsín, a la altura de calle Milún, a pocos metros del acceso al barrio Patagonia Norte.
En ese fatídico momento lo golpeó el auto conducido por Galo Ochoa, de 41 años de edad, quien estaba al volante con cuatro veces más de alcohol que el mínimo admitido.
Según demostraron posteriormente las pericias, marchaba --además-- a 120 kilómetros por hora, el doble de la velocidad máxima establecida para esa calle.
Debido al fortísimo impacto, Matías falleció en el lugar.
Ochoa fue juzgado y condenado a 12 años de prisión, pena que se consideró ejemplar para ese tipo de delito pero que en nada corrigió, compensó o amengua el mal causado a Matías y a toda su familia, por siempre.
En el juicio, que se inició el 13 de agosto del año pasado y finalizó 9 días después, la fiscalía y la querella pidieron 18 años y el abogado defensor Sebastián Moriones solicitó la absolución.
Tras el fallo, la mamá de Matías, Marcela Morini, se mostró "conforme por "haber confirmado la intencionalidad y que mi hijo no estaba cruzando mal".
La elección del nombre de Matías Streitemberger para un paseo de la ciudad es muy significativo. Porque rescata una historia local, que mantendrá vivo un nombre y una enseñanza. Con más trascendencia que otras designaciones genéricas que dicen poco y nada. "Vivir, cada día, la ausencia de Matías es terrible, pero que la plaza lleve su nombre nos llena de orgullo y sabemos que, donde esté, lo llenará de alegría". Las palabras son de Marcela Morini, la mamá de Matías, que a pesar del paso de los días sigue arrastrando en su voz la pena inconmensurable por su falta.
"Matías tenía un apego especial por el barrio y en especial por esa plaza, donde cada día se reunía con sus amigos. Vivimos a dos cuadras del lugar y Matías fue uno de los animadores y hacedores de ese espacio. Se juntaba hasta tarde con los chicos, encendían fogatas, era su lugar de encuentro", agrega.
Marcela señala que los vecinos siempre le manifiestan como extrañan la presencia de Matías, verlo caminar por el barrio.
"Es un orgullo enorme que un hijo haya dejado ese recuerdo a pesar de haber vivido tan pocos años. Por eso fue un orgullo cuando los vecinos plantearon ponerle nombre a la plaza, mencionando que necesitaban verlo reflejado en ese sitio. A pesar del dolor de no tenerlo uno aprecia lo que cosechó como persona. Donde esté, Matías estará feliz con esto".