“Hay dirigentes, acá en Bahía, que creen tener la fórmula secreta del básquet”
Marcelo Pallotti, presidente de la ABB, se mostró convencido y fue contundente respecto del camino que pretende tomar.
Marcelo Pallotti padre viajó a Mar del Plata para ver jugar a Bruno, su hijo, con Racing de Chivilcoy en la Liga Argentina.
Marcelo Pallotti dirigente, regresará a Bahía y se meterá en los asuntos inmediatos de la Asociación Bahiense de Básquetbol, la cual preside y hoy cumple 91 años.
"Pudimos encarar cosas que veníamos manejando hacía mucho y que por diferentes motivos se fueron postergando. Hoy -destacóme pone muy contento que la ABB tenga la trascendencia desde la comunicación, con un equipo de prensa, habiendo podido desarrollar la marca y trabajar en cosas importantes como la plaza, o la ruta del básquet. Creemos que es- tamos haciendo cosas para trascender más allá del resultado deportivo".
—¿Y qué lectura hacés desde lo estrictamente deportivo?
—Creo que si no modificamos la cabeza de los dirigentes, esto no va a cambiar. Tenemos que volver a las fuentes, entendiendo que se debe trabajar de otra manera, que hay que cambiar la forma de jugar al básquet. Hay dirigentes acá en Bahía que creen tener la fórmula secreta del básquet y mientras sigamos pagando a un entrenador de Primera el triple que a uno de escuelita, vamos por mal camino; ese es mi pensamiento.
—¿Lo hablan?
—En las reuniones, lo único de lo que se habla es cómo vamos a jugar en Primera o Segunda, nadie menciona qué podemos hacer para mejorar el básquet formativo. Nosotros, desde la Asociación, tenemos que tratar de cambiarle la cabeza a los dirigentes.
—Lo más complicado.
—Este año pusimos un poco en valor los torneos de Primera y Segunda, volvió gente a la cancha jugando una vez por semana, sin tener que gastar tanto como jugando dos vences por semana. También, logramos tener la cancha llena jugando playoffs en menores. Ahora tenemos que trabajar en que los padres entiendan que esto se trata de un entrenamiento, de un juego, de disfrutar. Hay que parar un poco la locura de los padres.
—El tema que la competitividad es un sello distintivo del básquet bahiense, por lo que se torna un tanto difícil separar el resultado de la presión que se genera en el entorno.
—Es complicado, pero le pedimos a los dirigentes un poco de compromiso. Hay que entender que todo va de la mano. Y en el caso de los árbitros, en cada categoría están dirigiendo chicos que también se encuentran aprendiendo como los propios jugadores. Y muchos no entienden que en Bahía, generalmente el nivel arbitral es superior al del juego.
—¿Cómo toma los consejos la dirigencia?
—Hay un recambio importante en Bahía, con chicos jóvenes, algunos con mayor capacidad dirigencial y cabeza abierta. No tenemos que escuchar a los dirigentes que están hace 20 años y que dicen que no pueden dejar porque no tienen quien los reemplace. Pero mi idea es que si no podés convocar gente que trabaje en el club, no sos un buen dirigente. Las entidades están por encima de las personas, no pasa nada si un dirigente se va. Nada desaparece.
—En el efecto dominó, apuntando al crecimiento del dirigente, ¿considerás que se puede mejorar lo estrictamente deportivo, eligiendo el camino de intentar potenciar la cultura de desarrollo por sobre el resultado inmediato?
—Te pregunto: ¿Si convencés a quienes ponen plata para pagar al técnico de Primera de que invierta eso en el técnico de escuelita...?
—(Interrumpiendo) El dirigente te argumenta que quien aporta lo hace exclusivamente para el equipo superior.
—Sí, está claro. Eso después se charla. Pero, si por la misma plata el técnico en vez de dirigir Primera lo hace en Escuelita, Premini y Mini, ¿cuántos se quedan dirigiendo Primera, con las presiones y todo lo que genera? ¡Bajan todos! Y ahí sí desde la Asociación se puede generar para potenciar el básquetbol de base. No vamos a cambiar el básquet saliendo campeones de Primera o reclutando jugadores del club de enfrente para salir campeón en menores con cuatro chicos de afuera.
—¿La cantidad de pases en menores es algo que los preocupa?
—Estamos trabajando fuerte en eso. En la última reunión fue el tema principal, con la intención de regularizar el pase interclubes. Logramos algunas pautas que, cuando se voten, serán importantes. Tenés que esperar hasta las finales para ver partidos interesantes. El problema es que los padres no entienden lo que es el sentido de pertenencia. Entonces, cuando el hijo juega un poquito mejor que sus compañeros, le mete en la cabeza que vaya a otro club que juega Liga en menores y demás.
—Es más de lo mismo: el resultado inmediato.
—Lógico. Y jugadores sin proyección.
ABB-Bahía Basket
—Pepe Sánchez opinó en “La Nueva” de la importancia del básquetbol bahiense.
—Sí, lo leí.
—¿Considerás una pata importante de la mesa tener en la ciudad a Bahía Basket y todo lo que puede abarcar? ¿Existe un acercamiento para generar mayor vínculo, desde algún lugar, con el básquetbol bahiense?
—Desde que asumí mantengo un diálogo fluido con Pepe. Lo he consultado en un montón de cosas y justamente la dirigencia a la que me refería anteriormente es la que a veces no entiende que tiene a uno de los mejores dirigentes de la actualidad. No hay muchos dirigentes que hayan cumplido un rol en distintos estamentos del básquetbol, más allá de que hoy él es un empresario. Lo admiro, lo respeto y lo escucho siempre. Es un referente indiscutido. Lo que pasa que hay dirigentes que no aceptan eso, entonces, se hace difícil para una persona como él, venir a discutir con gente que cumplió un ciclo y debe dejarle el lugar a otros. La dirigencia nueva a Pepe lo mira con admiración. La ABB nunca tuvo la relación como actualmente, desde que Pepe está con Bahía Basket. De hecho, compartimos el Polideportivo, hemos aplicado métodos para trabajar con los entrenadores, es decir, tenemos un feedback permanente de lo que es el sistema de Bahía Basket y la ABB. Hace un par de meses me llamó para recordarme que seguía pensando en aportarle a las selecciones.
“Tenemos que volver a las fuentes, entendiendo que se debe trabajar de otra manera, que hay que cambiar la forma de jugar al básquet”.