Las estaciones de paso buscan quedarse
Son verdaderas obras de arte en el mundo de la arquitectura, con su diseño puro y simple y sin recurrir a estilos del pasado.
NO ES novedad el completo abandono que sufren las instalaciones ferroviarias en nuestro país, vandalizadas, olvidadas, en manos de nadie.
UNO DE los bienes más valiosos dentro del amplio equipamiento que las empresas inglesas montaron desde fines del siglo XIX lo conforman las estaciones ferroviarias, verdaderas joyas de esa arquitectura creada específicamente para atender el movimiento del tren.
POR CIENTOS se distribuyen en territorio bonaerense, ubicadas en el costado de las vías, como estaciones de paso, donde el tren detenía su marcha para dar vida a otros tantos pueblos nacidos a partir de esa parada.
ESTOS EDIFICIOS son verdaderas obras de arte en el mundo de la arquitectura. Novedosas con su diseño puro y simple, sin recurrir a estilos del pasado sino con la autenticidad originada en su uso, con los materiales en todo su esplendor (sobre todo el ladrillo) y atractivo.
AL EDIFICIO propiamente dicho se sumaba la cubierta sobre el andén (generalmente de madera, hierro y vidrio), una maravillosa cartelería, bancos, carro para el equipaje, edificios auxiliares, galpones, tanques de agua, elementos para cambiar vías.
TODO EL conjunto es una obra de altísimo valor histórico, cultural, industrial y arquitectónico. Sin embargo, la mayoría de estos conjuntos está en completo abandono y en manos de una entidad estatal que ha cambiado de nombre decenas de veces y que ahora funciona como la AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado).
SERÍA IMPORTANTE que esta entidad atendiera el pedido de varios pueblos de la región que solicitan hacerse cargo de estos sitios, para recuperarlos, ponerlos en valor y darles un nuevo uso y destino.
ES EL caso de las estaciones de Argerich y Levalle, solicitadas por la municipalidad de Villarino con ese destino, para salvarlas del abandono y la destrucción que cada día es más y amenaza con borrarlas del mapa.
HAY EJEMPLOS del buen destino que los pueblos saben dar a estas obras. De cómo las cuidan y protegen.
SERÍA BUENO que la burocracia diera lugar a la acción y que las nuevas autoridades de la AABE entiendan la importancia de ceder esos bienes.