Estar en pareja con alguien optimista previene el deterioro cognitivo
Para los investigadores, convivir con una pareja optimista sería un factor preventivo de afecciones como el Alzheimer y otras formas de demencias asociadas a la edad.
La ciencia sostiene que ser optimista es bueno para la salud. Para la propia e incluso también para la ajena. Un concepto a tener en cuenta.
“Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable”, esa es la definición que aporta la Real Academia Española (RAE) para el término “optimismo”. Para muchos, se trata sencillamente de la actitud ante la vida de ver el vaso medio lleno (y no el vaso medio vacío).
Pero más allá de las discusiones en torno de si se trata de una filosofía de vida, la necesidad de encontrar algo de luz en medio del caos o cierta resiliencia ante las adversidades, lo cierto es que la ciencia sostiene que ser optimista es bueno para la salud. Para la propia e incluso también para la ajena. Justamente, un reciente estudio publicado en la revista del ámbito psi “Journal of Personality” muestra que convivir con una pareja optimista favorece la salud física y mental en el largo plazo. Y es más: constituye una herramienta para prevenir el deterioro cognitivo en los adultos mayores.
Para los investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos, que están detrás el estudio, convivir con una pareja optimista sería un factor preventivo de afecciones como la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencias asociadas a la edad.
“Las sociedades industrializadas están envejeciendo a un ritmo muy rápido. Esto presenta muchos desafíos únicos para los que podríamos no estar preparados. Esta situación nos motivó a tratar de descubrir qué predice el deterioro cognitivo y hallamos que mucho tiene que ver con la persona, pero también tiene que ver con su pareja romántica”, comentó el doctor William Chopik, autor del estudio.
Este estudio se basó en el monitoreo durante 8 años de 4.457 parejas heterosexuales que estaban enroladas en el Estudio de Salud y Jubilación. Sus conclusiones mostraron que había un vínculo entre el matrimonio con un optimista y la prevención del deterioro cognitivo.
Pero, ¿cómo explican ese vínculo los investigadores? “Los optimistas hacen todo tipo de cosas saludables – explicó Chopik–. Son más activos físicamente, mantienen dietas saludables y evitan cosas nocivas como las drogas y el alcohol. Mucho de esto tiene que ver no solo con los optimistas que piensan que estos esfuerzos se traducirán en buenos resultados, sino también con que tienen control sobre estas cosas también. Los optimistas son el tipo de personas que piensan que vale la pena ir al gimnasio, por lo que a menudo lo siguen haciendo”.
Las conclusiones del estudio resultan relevantes en el contexto en el que las afecciones cognitivas asociadas a la edad son cada vez más frecuente en las sociedades occidentales cuyas poblaciones envejecen.
Las estadísticas señalan que cada tres segundos una persona desarrolla una demencia asociada a la edad; en 2018 había ya más de 50 millones de personas con demencia en el mundo y se prevé que esta cifra llegue a 152 millones para el año 2050.
Un concepto fundamental en la prevención del deteriorö cognitivo es el de “reserva cognitiva”, que sostiene que las actividades que permiten mantener la mente activa y expuesta constantemente a nuevos estímulos promueve la formación de redes neuronales que protegen al cerebro del deterioro cognitivo y las demencias asociadas a la edad (así como también ante lesiones cerebrales de distinto origen).
“El desarrollo de la capacidad de la reserva cognitiva se encuentra asociado principalmente a aspectos que tienen que ver con la actividad y la exposición a ambientes enriquecidos, por lo que la exposición a ambientes complejos y actividades novedosas resulta una de las principales estrategias para la promoción de un envejecimiento cognitivo saludable”, destacó la doctora Carolina Feldberg, del Servicio de Neurociencias Cognitivas de Ineba e Investigadora Adjunta del Conicet.
Contar con una pareja optimista se asocia con la participación (y la constancia) en actividades intelectuales que favorecen la generación de la citada reserva cognitiva. Pero, ¿se puede convertir a una persona pesimista en una optimista?
“Creemos que [esa posibilidad] tiene que ver con sentir que tienes control sobre tu vida y que eso traerá buenos resultados. Tal vez en lugar de aumentar el optimismo podamos intentar aumentar las percepciones de control de las personas”, respondió Chopik.