Maradona, eterno: un especial del “D10S” del fútbol mundial
Recuerdos de la primera visita de Diego a Bahía. Antes del Mundial 78, en un amistoso entre el seleccionado nacional y el bahiense. Luis Díaz lo vivió en carne propia.
Genio sin límite y símbolo de fútbol mundial, Diego Armando Maradona se convirtió en leyenda universal. Pocas veces en la historia, un personaje del deporte alcanzó semejante dimensión internacional. Con su extraordinaria capacidad individual guió a la selección argentina a la cima en México 86, en coincidencia con la plenitud de su brillante carrera. De personalidad rebelde y con una vida llena de excesos, su magnetismo despertó pasiones. Al punto de movilizar a miles y miles de personas que lo despidieron en la Casa Rosada y en cada rincón del país.
“Me paralicé... He vivido momentos difíciles en la vida; la noticia de la muerte de Diego es uno de ellos”.
Luis Díaz estaba el último miércoles esperando el turno para ser atendido por su médico. De repente mira su celular y ve que un amigo (Marcelo Díaz) pone en el “face” algo referido a Maradona: “Una lástima la pérdida de Diego”.
¿Sensación? Que la noticia fuera falsa o una broma de mal gusto...
“Pensé que era una joda. No caía. Le pregunté a un muchacho que estaba conmigo, pero no sabía nada. Entonces llamé a mi señora. Y ella estaba peor que yo”, contó.
El final es triste, pero como todo final tuvo un comienzo y hay que remontarse a 1978.
Emociones de un día especial e inolvidable. Sábado 13 de mayo: el protagonista en cuestión era, por entonces, jugador del combinado bahiense que enfrentaba -en un amistoso, en Olimpoa la Selección Nacional, dirigida por César Luis Menotti.
Quedaban 18 días para la inauguración del Mundial en cancha de River y el “Flaco” estaba a sólo 6 de confirmar la lista definitiva en la que quedaría afuera el juvenil que esa tarde ingresó, a los 35 minutos del complemento, en lugar de Mario Alberto Kempes.
“Era Maradona, pero jugó muy poquito. Igual le alcanzó para demostrar su calidad. Una gambeta a nuestro arquero (Esteban Fernández) y el pase en el último gol de ellos, que fue de Larrosa”, recordó Luis Díaz, quien esa tarde, pese a la derrota -7 a 0- recibió elogios del DT argentino.
“De lo de aquí, me gustó mucho ese chico que jugó con el '9' (Luis Díaz). Especialmente por la facilidad que tiene para moverse en espacios reducidos: una condición técnica que no abunda. Creo que tiene mucho futuro”, le dijo Menotti a “La Nueva Provincia”.
La frase cobró trascendencia con el tiempo, porque Argentina se consagró campeón mundial y Menotti era palabra mayor para los amantes de la redonda.
-¿Qué significaron para vos aquellas palabras?
-Muchísimo. Llegué a Huracán gracias a Menotti, quien me recomendó.
-¿Y lo volviste a enfrentar a Diego?
-Ufff. Nunca me voy a olvidar que me hizo un caño a partir de un saque lateral.
-¿De un saque lateral?
-Sí. La paró de taquito, levantó una pierna y me metió caño de “san mil p...”. -¿Te calentaste? -¡Nooo! Me causó admiración. En ese partido (Ndr: 05/10/1980 en La Paternal, Argentinos 1 -Daniel N. García-, Huracán 0, por el Campeonato Nacional, Zona “B”) jugué de “8”. Maradona subía por esa banda, aunque se movía por todo el frente de ataque; era una especie de enganche.
“Eso sí, me lo crucé unas cuantas veces y fue imposible marcarlo, tenía una gambeta endemoniada, una velocidad poco común para esa época”.
-¿Como rival, lo veías un jugador distinto?
-Te dabas cuenta que sobresalía, era tremendo. Al “Diego” no le podías pegar porque era difícil agarrarlo. Encima, estaba apareciendo, venía de ser campeón mundial juvenil y todos se querían sacar fotos con él.
-¿Te sacaste una foto?
-No. Lo fui a saludar, pero como soy un pelotudo, no me gustaba sacarme fotos con nadie. Con el único que tengo una foto es con Bochini; y todavía no sé cómo hice para preguntarle.
-Al año siguiente ('81) Maradona se va a Boca y sale campeón.
-Claro. (Miguel) Brindisi y (Roberto) Passucci eran compañeros míos en Huracán, pero también se van a Boca. Nosotros jugábamos en Santa Fe, con Colón, y Brindisi cumplía los años. Nos dice: 'es el último año que festejo con ustedes, porque me voy a Boca'. Lo felicitamos, era un compañero ideal para Diego”.
-Vos también te vas...
-Me fui a Atlanta, a jugar en la B. Diego iba a la cancha de Atlanta porque era muy amigo de Roberto Mouzo y del “Gallego” Vázquez. Miraba los partidos acompañado de (Jorge) Cysterpiller.
-¿Conociste al Maradona persona?
-Sí. Era un tipazo. Te venía a saludar y era muy respetuoso.
"Una vez estaba cenando en 'Los Años Locos', en Costanera. Estaba con Victorio Cocco y el 'Bocha' (Omar) Porté; de repente lo vemos a Diego en una mesa; se levantó, vino a saludarnos. ¡Un pibe bárbaro...!
“Para fin de año me mandaba, y lo hacía con todos los futbolistas, una tarjeta por las fiestas. Lo hacía su representante”.
-¿Lo admirabas?
-Siempre. Su vida personal nunca me interesó. Soy de los que crecí con Maradona, compartí una cancha, vestuarios, lugares...
A Luis se le entrecorta la voz... Y no hacen falta más palabras.
El recuerdo salió a la luz, el resto ya es historia.